FOTO: CUARTOSCURO/ARCHIVO El helicóptero en que murieron la gobernadora de Puebla, Martha Erika Alonso y su esposo "no debió haber volado, debió haber estado en tierra"  

El helicóptero en que murieron la gobernadora de Puebla, Martha Erika Alonso, su esposo el senador Rafael Moreno Valle y tres personas más “no debió haber volado, debió haber estado en tierra”, ya que no era “aeronavegable“, señaló el secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú.

 

Al presentar el informe del caso, refirió que la pérdida de control del helicóptero se debió “a un alabeo repentino hacia la izquierda que no fue recuperado por el piloto al mando, provocando que el helicóptero se invirtiera en vuelo e impactara con esa configuración contra el terreno”.

 

“Se pudo determinar que el alabeo repentino hacia la izquierda se debió posiblemente a que ambos actuadores lineales de alabeo se extendieron de manera simultánea, sin haber sido comandados”, expuso durante la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador.

 

El secretario indicó que, de acuerdo con las investigaciones, antes del impacto contra el terreno no hubo ningún desprendimiento de alguna pieza del helicóptero ni durante el vuelo se registró falla, incluso hubo testigos que señalaron que el helicóptero giró hacia el lado izquierdo y posteriormente cayó y se impactó invertido contra el terreno.

 

“De la investigación de los restos del cuerpo básico del helicóptero, de los motores y del sistema de rotores no se reveló evidencia de mal funcionamiento o falla que hubieran impedido la operación normal del helicóptero, o sea ninguna de las partes fundamentales del helicóptero falló”, indicó Jiménez Espriú.

 

TFA