El investigador de la Universidad La Salle, Rafael Pazaran, afirmó que con la estrategia del Gobierno federal de enviar a la mayoría de empleados a la modalidad de home office, si no implementan una estrategia de ciberseguridad, corren un alto riesgo de hackeos, debido a la vulnerabilidad en la transmisión de la información.
Otro de los riesgos es la saturación de las redes domésticas, debido a que no están preparadas para recibir un alto tráfico de información; además, descartó una caída del internet.
“Una estrategia de home office requiere planeación, requiere mucha estrategia, presupuesto, atención de expertos para orientar las acciones a un buen control, buen seguimiento, una trazabilidad de lo que están haciendo los usuarios”, dijo el académico.
El especialista en seguridad y tecnologías de la información señaló que incluso se tendría que trabajar en la cultura organizacional; es decir, “donde van a trabajar las personas, somos humanos, no es lo mismo, existen debilidades, por ejemplo Netflix u otras actividades de ocio; es todo un círculo virtuoso, para que funcione la estrategia de home office”.
Hace unos días, tras declararse la Fase 2 por la emergencia sanitaria del coronavirus denominado Covid-19, el Gobierno federal emitió un decreto para que la mayoría de empleados, con actividades no esenciales, realizarán sus actividades desde casa.
De acuerdo con el último Censo del Gobierno federal, existían 1.4 millones de servidores públicos laborando en alguna dependencia repartidos entre 50.8% mujeres y 49% hombres, la mayoría desempeñando sus actividades desde sus computadoras en casa.
Aunque el Gobierno tiene protocolos para la transmisión de información crítica, una de los riesgos es que las redes domésticas se saturen y los trabajadores no puedan desarrollar sus actividades desde casa.
LEG