Generar un plan de apoyo para las empresas en esta coyuntura de pandemia es salir al rescate de millones de mexicanos que corren el riesgo de perder su empleo, independientemente del lugar que ocupen en la escala social.
Ricos, de clase media o ubicados en el eslabón más bajo de la cadena productiva, se trata de un conjunto al que habrá de brindarle los incentivos adecuados para evitar un mayor colapso económico, más allá de las alarmantes predicciones nacionales e internacionales que han circulado en los últimos días. Una de ayer, del Bank of America, es particularmente preocupante: prevé una caída del 8% en el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para 2020.
La importancia de poner en marcha un urgente plan de apoyo para las empresas, cual fuere su tamaño o actividad, se explica por el peso que éstas tienen en la economía del país. La revista Expansión advierte que “las 500 empresas más importantes de México crean alrededor de cinco millones de empleos, el equivalente a 25% del total de asegurados por el Instituto Mexicano del Seguro Social”.
Datos de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF) revelan que las micro, pequeñas y medianas empresas son generadoras del 72% del empleo y representan el 52% del PIB. De este universo, las microempresas, 4.1 millones en todo el país, representan el 41.8% de las fuentes de empleo.
Esta serie de cifras, que no toman en cuenta el empleo informal, que de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía sería mayor a 30 millones de personas, hablan de la importancia de tomar en cuenta a la iniciativa privada como principal destinatario del paquete de medidas que la presente administración dará a conocer el próximo domingo.
Han sido numerosas las voces que han planteado los posibles caminos a seguir para hacer frente a los efectos negativos de esta pandemia. Más allá de las diferencias políticas que existen entre el actual Gobierno y las cúpulas empresariales, la experiencia de éstas y el peso específico que representan en la actividad económica hacen imprescindible el ser escuchadas y tomadas en cuenta.
Rescatar al pueblo pasa obligatoriamente por un rescate a las empresas. Entiéndase por rescate a un plan de apoyo fiscal, transparente y apegado a la norma.
Segundo tercio. Mal le ha ido en los últimos días a la industria cervecera. Después de la cancelación del proyecto de Constellation Brands en Tijuana, con una inversión de 1,400 millones de dólares que se perdió, ahora es la exclusión de la producción de esta bebida como actividad esencial y la ley seca en estados como Tabasco, Nuevo León, Oaxaca, Quintana Roo, Jalisco y Querétaro. Más allá del impacto económico, la medida tendrá un efecto negativo en el ánimo de la gente.
Tercer tercio. El desplome de la economía estadounidense tendrá un impacto en las remesas. BBVA prevé una caída del 17% en esta importante fuente de ingresos para el país. Recordemos que hay estados que viven, prácticamente, de este tipo de envíos.
@EdelRio70