El banco central de México prevé un mayor deterioro de las perspectivas económicas debido al impacto del coronavirus y advirtió que la caída de los precios del petróleo empeoró el panorama para la estatal Pemex, lo que es un factor de riesgo para las finanzas públicas y la calificación soberana.
En la minuta de su decisión de política monetaria, publicada el viernes, el órgano monetario explicó que decidió adelantar al 20 de marzo desde el 26 el recorte de 50 puntos porcentuales base, con el que llevó la tasa clave de interés al actual 6.50%, debido a las afectaciones previstas de los choques de la pandemia.
“Las perspectivas económicas se han deteriorado de forma importante, mientras que el tipo de cambio se ha depreciado significativamente, en un entorno en que aumentaron las primas de riesgo”, dijo la mayoría de la junta de gobierno del banco.
La mayoría coincidió en que el “deterioro significativo” de los mercados financieros internacionales obedece también a la caída de los precios del petróleo que, aunado a un menor crecimiento económico, “aumentan la vulnerabilidad de las cuentas fiscales”.
“La situación financiera de Pemex, que ya era frágil, se volvió más compleja debido a la caída en el precio del petróleo”, dijo la minuta, y destacó que la estatal es un factor de riesgo para las finanzas públicas porque subraya la posibilidad de un recorte en la nota soberana y de la empresa.
Recientemente, la agencia S&P rebajó su calificación crediticia tanto para México, como para la petrolera mexicana, manteniendo la perspectiva negativa, lo que sugiere que existe la posibilidad de nuevas bajas en los próximos meses.
Para la mayoría de la junta de gobierno de Banco de México, la política monetaria relativa podría no contar con un amplio margen, frente a las mayores primas de riesgo, por lo destacó que su capacidad “para mitigar la caída de la actividad económica, podría verse limitada”.
La minuta reveló que el subgobernador Javier Guzmán fue el único que votó en favor de reducir la tasa referencial en 25 puntos base, aludiendo a que en la situación actual el escenario para la inflación es “difuso” y hay un elevado nerviosismo en los mercados financieros.