Las llamadas para denunciar violencia doméstica en Estados Unidos han aumentado treinta por ciento del mes de febrero al de marzo, anunciaron las autoridades con preocupación.

Este tipo de denuncias incrementaron desde que iniciaron las medidas de aislamiento en diversas ciudades, para evitar el aumento del contagio de COVID-19.

Algunos albergues de protección familiar han rebasado su capacidad y carecen de posibilidad de ampliarla a causa de las mismas medidas que recomiendan no superar las 25, 50 o 100 personas en un mismo lugar, dependiendo del estado.

Entre más prolongadas resulten estas medidas de confinamiento es más probable que las familias tengan rupturas internas que generen violencia y que en gran parte de los casos los hijos también sean testigos de esas situaciones, refirieron expertos a la cadena NBC.

Una parte importante de las denuncias refieren al estrés a causa de la situación económica que se vive en los hogares, ya que algunas familias se quedaron sin una fuente de ingreso a causa de los cierres de negocios no indispensables, informó CNN.

Algunos albergues han tomado la decisión de llevar algunas víctimas a hoteles en lo que pasa el periodo de aislamiento social, pero esto ha significado un mayor gasto mientras los establecimientos no pueden realizar sus actividades cotidianas para colectar dinero, por lo que se han visto en problemas.

Una de las cifras que han visto con mayor preocupación las autoridades es el aumento en las compras de armas, ya que esto podría significar su uso dentro del hogar, lo que podría significar el aumento de fallecimiento o de heridas graves, mientras los hospitales siguen llenos.

 

aarl