Para evitar que las actividades prioritarias se detengan y a pesar de la emergencia la vida continúe, las distintas dependencias han echado mano de la tecnología en todos los poderes, menos el poder judicial… específicamente la Suprema Corte de Justicia de la Nación y el Consejo de la Judicatura. Algunos advierten que no es porque no puedan, sino porque no o quieren. Y es que esta contingencia ha permitido que decisiones importantes de pospongan.
Por ejemplo: el tiempo corre en Baja California y la resolución sobre la ampliación del periodo de Gobierno de dos a cinco años espera resolución; o el tema de Rosario Robles está congelado. Han habido exámenes profesionales a la distancia, clases, consultas médicas, conferencias de prensa y hasta una videoconferencia con 4 mil empresarios, pero no hay sesiones de la Corte. Nada es casual. ¿Será?