El miedo a enfermar de COVID-19 se ha apoderado de miles de personas en el mundo y eso ha llevado a compras de pánico, como sucedió en León, Guanajuato, donde Roberto, quien es encargado de un almacén en un hospital privado, asegura que se ha enfrentado al desabasto.
“Los ataques de pánico nos han dejado sin material de suministro” y ahorita no puedo encontrar cubrebocas a menos de cuatro pesos, cuando los encontrábamos a cuatro centavos”, dijo.
Para Roberto no hay duda, es la desinformación la que ha provocado un miedo generalizado entre la población. “La gente está demasiado nerviosa”.
Ante ese panorama, el ingeniero no duda en afirmar que “hay gente está buscando hacer su agosto, más que otra cosa”.
En lo que tiene que ver con la rutina de trabajo, la jornada se ha tornado “súper intensa; estamos haciendo exactamente lo mismo, lo malo que es con los materiales extremadamente caros”.
Lejos de hacer cuarentena, Roberto desde el almacén ha tenido que redoblar jornadas, hacer guardias, asumir funciones extras pero necesarias, además de salir a comer en bloques con sus compañeros, para evitar aglomeraciones.
Este ingeniero representa a sólo uno de los sectores que se mantienen doblemente activos durante esta alerta sanitaria provocada por la pandemia del nuevo Coronavirus.
EFVE