El llamado es urgente y desesperado: la realidad que está viviendo México con el Covid-19 es muy preocupante. El Gobierno federal, que se caracterizó desde el inicio de su administración por recortar puestos de trabajo en el sector público, ahora hace un fuerte llamado a los especialistas de la salud, la razón es que para atender la pandemia hay un déficit de mínimo dos mil médicos especializados.
El Covid-19 dejó al descubierto las carencias que hay en la atención médica de los mexicanos. De acuerdo con publicaciones periodísticas, México debería tener como mínimo 3.4 médicos por cada mil habitantes, sin embargo, solo hay 1.6 por cada mil.
La promesa hecha por el presidente López Obrador, de que pronto nuestro sistema de salud público sería igual o parecido a los de países europeos está lejos, muy lejos de cumplirse.
A partir de 2018, año en que entró en funciones la 4T, el presupuesto a la salud sufrió grandes ataques; recursos limitados que llevaron también al despido de muchos médicos y enfermeras.
De acuerdo con datos de la Coparmex, en el 2019, 18 institutos nacionales de salud y hospitales de alta especialidad sufrieron un recorte por cuatro mil millones de pesos, apegado, según dijeron, a la austeridad republicana. Los diputados y senadores del Partido Revolucionario Institucional nos opusimos a éste y a todas las medidas ligadas a mermar la salud de los mexicanos, sin embargo, no fue suficiente, ya que en ambas cámaras se impuso la voluntad de los legisladores del partido en el poder: Morena.
La estadística es clara y podemos decir que el cambio de Gobierno fue letal para el sistema de salud: de 1983 a 2018, nuestro país registró un aumento de 210% de presupuesto para la atención de la salud pública, dinero que se tradujo en duplicar el número de camas por habitantes, se triplicó el número de médicos y se incrementó siete veces el número de enfermeras.
Hoy los números lastiman a cualquiera, hoy la clase trabajadora prácticamente vive su suerte cada vez que acude al IMSS o al ISSSTE. El 7 de abril pasado, el secretario de Salud federal, Jorge Alcocer, dijo a los medios de comunicación que independientemente del Covid-19, México tiene una carencia que rebasa los 200 mil médicos y 300 mil enfermeras, y es aquí cuando cobra sentido la saturación de las consultas, la constante cancelación de las citas médicas, la falta de hospitales y la espera mínima de tres meses para poder lograr una cita de especialidad.
La realidad es que no sólo se vive una falta de especialistas, tampoco hay condiciones para garantizar a médicos y enfermeras que contarán con el equipo suficiente para hacer frente a la pandemia. Constantes son los videos y denuncias del sector salud exigiendo cubrebocas, caretas, batas y no, tampoco hay presupuesto para ellos.
Ante estas carencias, nuestras empresas en el sector minero han tomado medidas para cuidarnos y evitar la propagación de este mal, nos han dotado de equipo que nos permite medir temperatura corporal, contamos con gel y cubrebocas, además de la implementación de túneles sanitizantes, pero las empresas han ido más allá, incluso han comprado pruebas rápidas para detectar el Covid-19, sin embargo, estos insumos no han podido llegar a nuestras minas y están retenidas en las aduanas del aeropuerto.
Los mexicanos y el sector obrero exigimos que los recursos lleguen a los hospitales, no podemos seguir permitiendo el derroche de recursos en programas sociales a cambio de la vida de millones de personas.
@CarlosPavonC