Es increíble como en nuestro país no podemos tomarnos unos minutos y reflexionar sobre lo que está pasando en el resto del mundo. Médicos y enfermeras se están jugando la vida, están dejando de lado sus familias y, pese a todo, son agredidos y discriminados por la sociedad.

Primero ocurrió en China, los médicos y enfermeras no eran bien vistos en las calles y a las afueras de los hospitales eran agredidos, pero fueron ellos quienes lograron salvar cientos de vidas. En varios países comenzaron durante la pandemia del coronavirus a replicarse las agresiones, ataques y discriminación a enfermeras y médicos, pese a que ellos son la primera línea de frente ante esta crisis de salud.

Los médicos y enfermeras ahora no solo tienen que sufrir de malos sueldos y pésimas condiciones de trabajo, sino también de la agresión de una sociedad que tarde que temprano tendrá que pedirles el favor de que nos cuiden.

Hace unos días la propia Organización Mundial de la Salud tuvo que salir a anunciar no solo su preocupación por el aumento de casos de Covid-19, también lo hizo porque han notado el crecimiento de casos en que médicos y enfermeras sufren intimidaciones y ataques que solo provocan que se agudice la grave crisis que provoca la pandemia de coronavirus.

A la fecha, unos 100 trabajadores médicos han fallecido por la enfermedad hasta ahora a lo largo del mundo, incluyendo muchos enfermeros. Uno pensaría que en números es muy poco y casi no sería representativo. Pero en términos reales México y el mundo tienen un déficit en el número de médicos y enfermeras.

Howard Catton, director del Consejo Internacional de Enfermeros, explicó ante la OMS que en el mundo faltan seis millones de trabajadores del sector salud y que por tanto se deben tomar medidas urgentes para paliar este déficit que ha quedado al desnudo con la pandemia del coronavirus.

¿Se imagina usted qué ocurriría en nuestro país si tan solo 20 por ciento de médicos y enfermeras deciden no trabajar, no atendernos en una situación como la que estamos pasando?, ¿qué ocurriría si ante estos malos tratos, agresiones e incluso falta de insumos usted no pudiese ser atendido por un médico?

Es claro que en nuestro país existe un gran déficit de personal, pero ante ello se hace urgente cuidarlos, protegerlos, ayudarlos y darles un aplauso masivo y las gracias por la labor que están enfrentando.

Hace unos días el propio subsecretario Hugo López-Gatell señaló su preocupación por las agresiones, amenazas y actos discriminatorios contra el personal de la salud que atiende casos de Covid-19 en diversos estados del país.

Y en este sentido todos deberíamos sumarnos al pronunciamiento de indignación y de exigencia a que esto no ocurra, y que incluso estas agresiones o discriminaciones sean sancionables.

Amenazar la integridad física del personal médico o afectar el funcionamiento y operación de la infraestructura hospitalaria destinada en este momento a atender la emergencia sanitaria vulnera la capacidad de respuesta que la población requiere.

 

                                                                                                                                                 @osdtagle