Ya es mediados de Abril, la Semana Santa se fue en blanco con la proximidad en de la Fase 3 del COVID 19 llegue a México, yo me pregunto ¿Las empresas turísticas del México y el mundo serán capaces de enfrentar sus compromisos financieros ante este frenado económico abrupto?
¿De qué tamaño es la afectación?
Una muestra, la Agencia Internacional de Transporte Aéreo (IATA), por sus siglas en inglés, instó nuevamente a las autoridades de México para que tomen medidas de apoyo urgentes para el sector aéreo y contrarrestar la crisis, de acuerdo con su datos, nuestro país es un mercado de más de 100 millones de pasajeros anuales, tiene 134 destinos internacionales y está conectado con el mundo gracias a 70 aerolíneas, que impulsan el turismo y la economía.
Peter Cerdá vicepresidente regional de IATA para las Américas presento un balance desolador “Prevemos que solo para el mercado mexicano los ingresos disminuirán en el orden de 5,3 mil millones de dólares. Sin medidas de alivio inmediatas, las aerolíneas que hoy operan en México no estarán en condiciones de continuar sus operaciones en los niveles anteriores a la crisis, o en el peor caso, podrían dejar de existir por completo” comentó el ejecutivo.
Por otro lado el Consejo Mundial de Viajes y Turismo World Travel & Tourism Council. (WTTC) ha venido pronosticando una debacle en los empleos turísticos a nivel mundial del orden de 1 millón de empleos en el mundo al día, serían alrededor de 63 millones de empleos en el mundo los que se perderán por el COVID 19.
El mismo organismo pide a los países que hagan más para esclarecer de qué forma las empresas pueden tener acceso a préstamos, alivios fiscales, entre otras medidas, para impedir que entren en bancarrota.
Otra muestra.
En México hay brotes de “otro mal” el de la crisis económica que ya viven algunos grupos, por lo pronto no es para echar en saco roto lo que sucedió antier cuando operadores de empresas turísticas ya se manifestaron en carreteras del estado de México, en Guanajuato, Nuevo León y San Luis Potosí, para pedir apoyos a los gobiernos federal y estatales ya que no han tenido trabajo, porque los centros de turismo permanecen cerrados para prevenir contagios por Covid-19.
Dicen que sus ingresos se han visto gravemente afectados puesto que “ya se perdió la semana santa” tradicionalmente su temporada alta y de mayor ingreso familiar. Ojo con eso, los focos naranjas ya están encendidos.
¿Dos escenarios?
Por un lado en el escenario uno si la pandemia no nos pega tanto y México puede salir pronto al mundo y reactivar sus industrias, tanto la turística como otras, tendría un gran reto y oportunidad para reactivar su economía pronto.
¿En junio o julio? Depende de que tamaño sea el golpe del COVID 19 en nuestro país, entonces sí, habrá que echar a andar las famosas campañas de promoción digital y RP que se planean en el sector turismo, si vendrían al caso aunque parcialmente, porque los mercados internacionales también van a quedar muy golpeados. Si esto sucede, el presidente AMLO habría tenido siempre la razón y nos abriríamos pronto al turismo.
Por otro lado en el escenario dos si el COVID se ensaña con México como otros países europeos, el panorama será muy delicado, indispensable habrá que atender a tope la emergencia sanitaria, y la urgencia de sustento muchas familias mexicanas que entrarían en severa crisis de desempleo y quizá alimentaria, no habría campaña de comunicación o RP optimista que ayudara a levantar la industria turística, más bien esos dineros que se gastarían campañas publicitarias deberían trasladarse a las dietas de los trabajadores de la industria turística, literalmente para sobrevivir.
Yo prefiero el escenario uno, el menos peor.