El futbol mexicano atraviesa un momento muy complicado al llevar a la práctica una ya antigua idea de desaparecer el descenso-ascenso en busca de una salud financiera para los equipos del máximo circuito.

Antes de entrar de lleno al tema, quiero dejar en claro que no estoy de acuerdo con la desaparición del descenso-ascenso, porque creo que le hará mucho daño al futbol mexicano en lo deportivo.

Ahora bien. La idea de cuidar el descenso a los equipos de la Liga MX, viene de muchos años atrás, de hecho por esa protección se toma el modelo argentino de tres años del llamado cociente del no descenso.

Los dueños invierten mucho dinero y quieren sufrir el mínimo riesgo posible de pérdida y bajar de división representa una caída económica muy severa.

La multipropiedad actual presenta grupos con problemas, incluso se habla que lo vivido  por los equipos de TV Azteca y grupo Santos-Atlas se volvió a subir el tema a la mesa, algo que hasta Chivas apoyó, además con los líos que dio Veracruz y que la división de Ascenso no ha podido mostrar una solvencia económica para garantizar que no serán ave de paso en el negocio y que no les traerá problemas a la Femexfut la ponencia tomó mucha fuerza .

Ante esto, se buscó la certificación con muchos candados, una barrera que hoy en día ninguno puede salvar en el ascenso, por si fuera poco, después se puso otro obstáculo, el que se pudiera pagar por no descender, así llevamos dos años sin descenso, recuerden que Lobos y Veracruz pagaron y vamos por el tercero porque los Tiburones fueron desafiliados.

Así que el descenso prácticamente ya está terminado en la Liga MX y el ascenso también, porque la certificación, nadie la pasa.

Sume usted que la primera A, ya nada más tiene 12 equipos,la gran mayoría con graves problemas económicos para poder solventar clubes competitivos, donde hay sueldos muy importantes y constantes atrasos de pagos, así tenemos el coctel perfecto para que esté cerca de desaparecer y surja un nuevo modelo de competencia, más a favor de la Liga MX y con menos riesgo económico para los que participen.

Es por eso, que cuando les indicaron a los dueños del Ascenso, que no podían subir al máximo circuito, por no estar certificados, votaron que se terminara ya el torneo, concluyendo así los contratos de los jugadores, firmados casi todos a 10 meses y dejar de sufrir por extender un torneo quizás hasta agosto, sin tener ingresos.

Esto es el negocio, lo que ven los dueños, pero ¿el deporte?

En México no estamos preparados para un torneo sin descenso, no podemos imitar al deporte de Estados Unidos, donde no existe éste. Simplemente al no tener competitividad, no hay porque invertir tanto dinero, así se expongan a un castigo económico.

Varios equipos se dedicarán a sanear sus finanzas como prioridad varios años, sin riesgo de pérdidas multimillonarias y lo deportivo pasará a segundo término, provocándose dos clases, los que juegan por jugar y los competitivos,  que serán los que si inviertan por tener trabucos y buscar títulos.

Lo deportivo, el juego va a sufrir sin duda alguna.

Hay otro tema: el social, el despreciar plazas donde mucha gente ve en el juego una forma de vida, así sea división de ascenso, jugadores, trabajadores, familias enteras dejaran de tener trabajo. Es verdad, llegarán otros jóvenes, al tiempo por ser muchas veces la única diversión, levantarán el “castigo” y volverán, pero el daño estará hecho.

El Ascenso ha hecho muchas cosas mal, también ellos son culpables, el reconstruir esa división es necesario, pero hoy se está dando más importancia al negocio que al juego, pisando muchas cosas.

Será mucho pedir, que los dueños no sólo vean el negocio y se preocupen por el juego y lo que depende de ello.

Usted que opina.

 

                                                                                                                                       @raulsarmiento