México se encuentra en una fase crítica ante la evolución de la pandemia mundial del COVID. Este jueves, 16 de abril el Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López Gatell anunció el inicio de la Fase 3 de la pandemia en el país y las acciones que deberían de tomar los mexicanos. Sin embargo, por el tono y le lenguaje en el que se llevó a cabo la conferencia de prensa, quedan muchas dudas sobre el tacto que está teniendo el Gobierno Federal sobre este tema. A diferencia de otras partes del mundo como Reino Unido, Francia o Australia en donde el gobierno está tomando decisiones difíciles pero necesarias para salvaguardar la salud de sus ciudadanos. Parece que el gobierno mexicano está más preocupado por no generar miedo a sus ciudadanos, poniendo en riesgo su salud y con ello, la de nuestro débil sistema de salud. A diferencia de hacer un anuncio nacional, los funcionarios federales hicieron un anuncio regionalizado con una explicación muy vaga y que no suma más que a la incertidumbre que existe en el ambiente.
El problema de no querer ser duro con los ciudadanos es que ello los pone en riesgo. Basta darse una vuelta al “COVID-19 Community Mobility Reports” de Google para ver las diferencias que México registra frente a otros países de la región. Mientras Colombia ha presentado una disminución de 85% en sus actividades relacionadas con el esparcimiento (acudir a cafés, restaurantes, etc.) México ha conseguido un 66%, sin embargo lo interesante aquí no es tanto el porcentaje sino la curva con la que se dio éste. En todos los indicadores Colombia presenta una curva pronunciada hacia abajo, ello por las decisiones que el Gobierno implementó, mientras que en México esa curva es gradual y sus porcentajes mucho menores. ¿Por qué el gobierno no ha querido actuar con la firmeza que otros gobiernos alrededor del mundo?
Varias veces el Gobierno ha dicho que se han estado preparando para la pandemia, sin embargo la realidad cada día los tiene más rebasados. De acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México es uno de los países con mayor población obesa en el mundo, una población que está en fuerte riesgo ante este virus. Pese a esta estadística, el gobierno ha decidido ser dócil con su población. El sistema de salud en México está colapsado, esto de acuerdo a varios reportajes que a lo largo de los años se han presentado. Incluso uno de la BBC del pasado 14 abril, titulado “Coronavirus en México: la enorme crisis del sistema de salud que complica al país atender la pandemia de covid-19” da cuenta de ello en voz de los actuales funcionarios de salud de México. ¿Entonces por qué con una amplia población en riesgo y con un sistema de salud colapsado el Gobierno insiste en que todo está en orden y que la población de ciertos municipios no debe estar preocupada? ¿Por qué transmitir un mensaje de tranquilidad a los mexicanos cuando tienen tantos elementos en su contra?
El Gobierno Federal encabezado por la Primera Dama, ha empezado una batalla en contra de las “Fake News” en las redes sociales. Ello ha terminado en realidad en una guerra sin sentido entre los opositores al Gobierno en turno y los defensores del mismo que cada día se atacan con un hashtag distinto. Unos suben “AMLOseVa” los otros les suben “#AMLOHonorDePresidente” sin embargo existe cero sustancia en el debate. De acuerdo con Whitney Phillips profesora de comunicación y estudios de retórica en la Universidad de Syracuse (USA), lo que estamos viendo actualmente es una pandemia de información que en realidad lo único que está logrando es que la ansiedad, la depresión, el pánico, el trauma se esparzan como un virus entre la sociedad. Así mismo, de acuerdo con la académica Kate Starbird experta en información de crisis asegura que en gran medida estos vacíos en la información por parte del gobierno son espacios propicios para la ebullición de las llamadas Fake News, por lo que sólo están gastando la credibilidad y popularidad de la primera dama. El desgaste a la imagen de la primera dama es evidente, 59% de negativos le ha costado a la esposa del Presidente de acuerdo con la herramienta de medición Xpectus. ¿Vale la pena? Para nada, el gobierno debería de estar llenando esos vacíos con una postura firme y con contundencia en sus mensajes. Al final la salud de los mexicanos es la salud del Estado Mexicano.