De la mano del miedo a la pandemia del Covid-19, los ciudadanos están también aumentando sus percepciones negativas sobre la seguridad. La última encuesta del Inegi sobre seguridad pública urbana registró en marzo de este año un aumento de 2.1 puntos porcentuales en las sensaciones de inseguridad para llegar a 73.4%, sobre diciembre de 2019.

El dato mayor se localiza en las mujeres. Luego de todo el caudal de protestas, compromisos y cifras de feminicidios, las mujeres han aumentado sus percepciones de inseguridad de 75.9 a 78.6%, lo que probaría que las iniciativas y promesas gubernamentales no están convenciendo a las mujeres y por eso se sienten más inseguras.

El otro dato importante de la encuesta se localiza en las percepciones de seguridad en las ciudades con más miedos y las ciudades con más seguridad. El municipio mexiquense de Ecatepec registró un 94.4% de percepción de inseguridad, en tanto que el municipio neoleonés de San Pedro Garza García tuvo 24%.

En Ciudad de México, las cuatro regiones tuvieron percepciones altas: 76.5% en zona norte, 89% en zona sur, 88.2% en zona oriente y 72.6% en zona poniente. La alcaldía con menores miedos por inseguridad fue Cuajimalpa de Morelos, con 47.5%, en tanto que la de mayores miedos resultó Iztapalapa, con 91.3%.

Los niveles de confianza en las autoridades de seguridad se han mantenido casi igual: el Ejército y la Marina tienen aprobación arriba de 82%, la Policía Federal sigue bajando a nivel de 61.7%, la policía estatal persiste con 48% y la policía preventiva municipal sigue hundida como la peor calificada: 39%. Por ser un cuerpo nuevo, la Guardia Nacional comenzó con 70.9% de confianza en enero de 2019, bajó a 67.7% en septiembre de 2019 y está repuntando a 69.1%.

Y finalmente, la encuesta del Inegi revela que a marzo de 2020 se percibió una ligera disminución de inseguridad en las zonas tradicionales de delincuencia al menudeo, con respecto a diciembre de 2019.

 

Zona Zero

  • Luego del esfuerzo que ha implicado la reorganización de la seguridad pública y la definición de presupuestos, una decisión oficial está autorizando el uso de dineros de seguridad para reasignarlos a la lucha contra el coronavirus. Lo malo radica en que sectores, programas y modernizaciones se quedarán en el aire y retrocederán hasta antes de la nueva estrategia.

 

(*) Centro de Estudios Económicos, Políticos y de Seguridad.

 

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