Los principales grupos de presión empresariales de Estados Unidos están pidiendo al Congreso que apruebe medidas para proteger a las grandes y pequeñas empresas del país de las demandas relacionadas con el coronavirus, cuando los distintos estados empiecen a levantar sus restricciones por la pandemia y los negocios reanuden su actividad.
Su petición cuenta con el respaldo de los congresistas republicanos, aunque no está claro si los demócratas les darán el apoyo necesario para obtener la aprobación de la Cámara de Representantes, controlada por estos últimos.
La Cámara de Comercio de los Estados Unidos, la Asociación Nacional de Fabricantes (NAM, por sus siglas en inglés) y la Federación Nacional de Empresas Independientes (NFIB, por sus siglas en inglés) quieren que se apruebe una normativa con carácter temporal y valor de ley que exima de sus responsabilidades legales a los empleadores que se han atenido a las pautas oficiales sobre salud y seguridad.
Los empresarios quieren asegurarse de que no se los hace responsables de las decisiones de los responsables políticos, en caso de que sus empleados o sus clientes contraigan Covid-19 una vez que se reanuden las operaciones comerciales. También quieren protección contra los litigios que podrían resultar de las alteraciones relacionadas con el coronavirus en ámbitos como el salarial, el de la jornada laboral, los permisos y los viajes.
“Se trata de medidas prácticas para asegurar a las empresas que podrán emprender con tranquilidad la reapertura“, dijo en una entrevista Neil Bradley, director de políticas de la Cámara de Comercio de Estados Unidos.
El debate sobre cuándo relajar las restricciones destinadas a frenar la propagación del Covid-19, que ha matado a más de 40.000 estadounidenses, se ha revestido en los últimos días de una mayor carga política, con el presidente Donald Trump expresando su apoyo a las manifestaciones en las que se pide poner fin al confinamiento.
Los responsables de salud pública de Estados Unidos advierten que, de hacerlo prematuramente, se correría el riesgo de que las tasas de infección se disparen y aumente la presión sobre la capacidad del sistema sanitario.
La idea de proteger a las empresas de ser demandadas por trabajadores o clientes ya ha encontrado apoyo en algunas secciones del Capitolio.
“Se ha discutido mucho entre los republicanos conservadores”, dijo a Reuters el representante Mike Johnson, miembro republicano del grupo de trabajo de Trump sobre economía del Congreso. “En el lado republicano creo que encontrará un amplio apoyo, probablemente casi unánime”.
El camino hacia una normativa transversal sigue sin estar claro en el Senado y en la Cámara de Representantes, donde los demócratas han abogado por una mayor protección de los trabajadores. Un asesor de un alto cargo demócrata en el Senado confirmó que su partido está discutiendo la idea, pero no quiso decir si la apoyará.
MFBG