La directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa Etienne, instó a los gobiernos de la región de América Latina y el Caribe a ampliar el número de pruebas diagnosticas entre sus habitantes para limitar el impacto de COVID-19.
Mediante una sesión informativa, señaló que a medida que aumentan el número de casos los países se enfrentan a más dificultades, entre las que destacan la falta de pruebas diagnósticas y que las cadenas de suministros están sometidas a un nivel de presión sin precedentes.
“Esto se debe en parte a la capacidad desigual de los sistemas de salud para procesar rápidamente un gran volumen de pruebas. Nuestros sistemas de salud requieren un apoyo significativo para manejar la gran cantidad de casos sospechosos en sus áreas”, mencionó.
Es por ello, dijo, que en esta se semana se enviarán 1.5 millones de pruebas para detectar COVID-19 a toda la región, seguidas de 3 millones más la próxima semana, con la finalidad de fortalecer las redes de vigilancia de laboratorio.
“Hemos proporcionado más de 500 mil pruebas a 34 países y territorios, y hemos trabajado con otros países para rastrear y respaldar su capacidad”, agregó.
También precisó que a finales de febrero, se distribuyeron los reactivos necesarios para las pruebas diagnosticas y se proporcionó capacitación para su uso apropiado a más de 30 Estados Miembros.
Asimismo, recomendó a los países a priorizar el uso de pruebas según su disponibilidad y garantizar su acceso gratuito.
“El panorama está cambiando rápidamente y la OPS continuará ayudando a evaluar rápidamente las nuevas pruebas a medida que estén disponibles”, apuntó.
Hasta el pasado 20 de abril, se han reportado 893 mil 119 casos confirmados de nuevo coronavirus en la región de las Américas y 42 mil 686 personas han fallecido.
aarl