Foto: Cuartoscuro / archivo Enfatizó que medianamente ha funcionado la estrategia y falta una mano dura, cuya acción se vea reflejada en una disminución en los índices de criminalidad  

En medio de la emergencia sanitaria por Covid-19, marzo se registra como el mes más violento de la presente administración; diariamente fueron asesinadas 97 personas al contabilizar 3 mil víctimas de homicidio doloso.

Esto representa un aumento de 5.11% con respecto al mismo mes del año pasado, cuando hubo 2 mil 854 muertes por ese delito, de acuerdo a cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).

En el ilícito de feminicidio hubo una disminución de 17%, al pasar de 98 víctimas en marzo de 2019 a 78 el mes pasado, cuando se realizó la movilización del 8-9M por la violencia contra las mujeres.

Los estados que registran el mayor número de homicidios el mes anterior son Guanajuato con 353; Estado de México, 286; Chihuahua, 247; Baja California, 243; Michoacán, 213.

En feminicidios están Estado de México con 13; Veracruz, 10; Ciudad de México, seis; Puebla y Nuevo León con cinco, respectivamente.

Alma Cossette Guadarrama, investigadora de la facultad de Derecho de La Salle, comentó que la estrategia del Gobierno ha funcionado relativamente, pero no han atacado de manera puntual el tema de la formación de los servidores públicos.

“Así como la capacitación y sensibilización, porque nos encontramos, por ejemplo, con corrupción desde los sexenios pasados, personas que fallecen por causas naturales y al momento de emitir el certificado de defunción resulta que ese número ha sido asignado para un delito doloso”, manifestó la también profesora en una entrevista con 24 HORAS.

Abundó que esto muestra la mala praxis de los trabajadores de Gobierno, que es reflejo de una política pública que ha sido mal empleada particularmente en las fiscalías, y esto lleva a determinar que el cambio de procuradurías a fiscalías en realidad sólo consiste en el nombre.

Por otra parte, comentó que en el caso del crimen organizado se trata de una lucha de plazas en donde se matan entre ellos, pero existe población en diversas entidades que están cometiendo delitos y no han sido clasificadas adecuadamente por falta de pericia de los funcionarios.

“Ejemplo, unas mujeres que son asesinadas y lo clasifican como homicidios en lugar de feminicidios, lo cual denota una falta total de conocimiento y de sensibilización de los servidores públicos y no es una cuestión de género, también hablamos de las servidoras públicas”.

Enfatizó que medianamente ha funcionado la estrategia y falta una mano dura, cuya acción se vea reflejada en una disminución en los índices de criminalidad.

LEG