Foto: Especial Alicia Bárcena, titular de la Cepal, previó que en AL este año sumen 12 millones de personas sin trabajo  

En 2020 México tendrá una contracción económica de 6.5%, debido a los impactos que dejará la pandemia del Covid-19, la cual causará la peor recesión en la historia de América Latina, así lo advirtió Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

 

Confió en que México cuenta “con espacio suficiente” para implementar medidas económicas más exigentes ante las condiciones actuales, pues afirmó que se tiene espacio fiscal en comparación a otros países, incluso en materia de deuda pública.

 

Además, recordó que se cuenta con una Línea de Crédito Flexible del Fondo Monetario Internacional (FMI), que se puede disponer en cualquier momento por 61 mil millones de dólares, y las líneas de intercambio (swap) entre la Reserva Federal de Estados Unidos y el Banco de México.

 

“México tiene espalda para poder ir adelante con medidas incluso más exigentes. Lo que se está intentando en México es que, tomando en consideración las enseñanzas o experiencias que se tuvieron en el pasado, tratar de que no existan estas experiencias nuevamente”, dijo.

 

Opinó que “parece correcto” el plan de acción del presidente Andrés Manuel López Obrador en donde las políticas de apoyo y estímulos tratan de “evitar errores del pasado”.

 

“El escenario obviamente es muy negativo. No podemos decir en qué momento va a ser necesario cambiar de estrategia, son temas que los decidirá el propio Gobierno; se tiene una política muy clara de no querer ir por más por más deuda”, expresó.

 

Bárcena advirtió que la actual crisis sanitaria generará la recesión más grande en América Latina y el Caribe desde 1914 y 1930, en donde prevé un desplome económico de 5.3%, aunado a un incremento de 30 millones de personas en condiciones de pobreza y cerca de 12 millones de desempleados.

 

Detalló que el Covid-19 dejará fuertes daños en la región, tales como una caída en los precios de los productos primarios, al igual que una menor demanda de servicios turísticos y una baja de entre 10 y 15% en el flujo de remesas.

 

 

AR