La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), aportará 100 millones de pesos, que son el resultado de los ahorros del plan de austeridad y reorganización que inició el Organismo Nacional en enero.
Lo anterior para ayudar en la atención de la emergencia sanitaria provocada por el Covid-19. La ombudsperson, María del Rosario Piedra Ibarra reconoció que la atención, costo y secuelas de la pandemia convocan a toda la sociedad a sumar una aportación.
En un Mensaje video grabado, Piedra Ibarra señaló que la Comisión volverá a revisar su presupuesto, con criterio de optimización de lo que tienen y necesitan.
Afirmó que no hay derecho humano más preciado que el derecho a la vida. “Defendámoslo. Con nuestro trabajo diario y con nuestros ahorros la CNDH hace su parte en este momento de prueba”.
Indicó que desde que arribó a la Comisión anunció que iniciaba una nueva etapa para hacer de ella una auténtica defensoría del pueblo, una institución de servicio, menos costosa y más eficaz; que dejaría de ser la comisión de derechos humanos más costosa del mundo y la de menos resultados en su acción.
“Empezamos revisando el presupuesto asignado para este año y reorientamos el gasto a las áreas sustantivas de la Comisión, para que los recursos se emplearan en lo que realmente se necesita para atender al público y responder a las víctimas”, apuntó.
La presidenta de la comisión destacó que a lo largo de los últimos tres meses se redujeron los sueldos de los altos mandos y se eliminaros prestaciones exorbitantes e injustificadas; se inició una retabulación para beneficiar a los trabajadores operativos y profesionales, que son los que más trabajan y los que menos ganaban.
También desaparecieron los proyectos inútiles y onerosos, y todos los gastos innecesarios, y acabó el dispendio que desde hace años caracterizaba a la Comisión pero que no beneficiaba al pueblo ni redundaba en acciones concretas de apoyo a las víctimas.
“Estamos en un proceso de rediseño institucional con el objetivo de acercarla a la gente y superar el falso criterio academicista que la mantenía como una institución de élite, con un discurso impecable, pero acciones tardías, y omisiones aberrantes”, refirió.
aarl