Hay que recordar que los mercados globales iniciaron un proceso de ajuste importante a partir del 21 de febrero pasado. Los riesgos de la expansión del coronavirus, empezaba a afectar el entorno de los mercados.

Después de cuatro semanas de ajustes significativos (23 de marzo), las bolsas comenzaron una fase de recuperación, especialmente las americanas, ante reacciones rápidas por parte de la FED y del Gobierno encabezado por Donald Trump para anunciar programas tanto en el ámbito monetario como en el económico y fiscal que llegan a representar más del 30% de su PIB.

En el caso de México, la bolsa se ha mostrado más rezagada. Su nivel mínimo se registró hasta el 3 de abril pasado y desde ahí, ha tenido respuestas positivas, pero muy moderadas. El tipo de cambio por su parte, inició la presión de alza durante la segunda quincena de febrero. El peso mexicano pasó en nueve semanas de niveles de $18.50 hasta $25.75, es decir, una depreciación de 39% y que al cierre de este jueves en $24.80, es de 34%.

La diferencia entre el desempeño de los mercados de Estados Unidos y México, es que México es una economía “emergente”, mostrando mayor volatilidad ante la “salida” de inversionistas extranjeros. Pero también influyen las acciones que enfrenta cada Gobierno para tratar de “acolchonar” la caída económica.

En ese aspecto, las acciones del Gobierno federal, apenas representan en suma el 1.0% del PIB, con el riesgo de fuertes pérdidas de empleos y empresas de todos tamaños. En la semana, Banxico dio la sorpresa, además de bajar la tasa de interés otros 50 puntos base, anunció acciones que ayudarán a dar más liquidez y orden en los mercados financieros, pero también asignó recursos por el equivalente a 3.3% del PIB ($750 mil millones), por lo que los apoyos entre Banxico y el Gobierno federal, representan en suma un máximo de 4.3% del PIB.

Existe una gran diferencia en el tamaño del PIB de cada país y si a eso le sumamos que Estados Unidos está inyectando más de 30% de su PIB por 4.3% del nuestro, el resultado futuro también tendrá diferencias.

Los inversionistas no están evaluando si un Gobierno se endeuda en estos momentos. Saben que se requiere endeudar primero, para estabilizar a su economía y posteriormente, esa dinámica futura, llevará a recuperar el dinero destinado a cada empresa y/o a cada sector.

Esta diferencia en la velocidad de respuesta de los Gobiernos, está marcando el escenario actual y futuro inmediato en los mercados.

En Estados Unidos por ejemplo, las bolsas están perdiendo fuerza y muy probablemente han iniciado ya un proceso de consolidación. Después de una recuperación del 30% de los mercados, probablemente están o estarán definiendo techos próximos y entrar a una fase más lateral.

En México, es probable que la bolsa se muestre más acotada y no descartamos que llegue a registrar nuevos mínimos en su movimiento, mientras que el tipo de cambio, se mantiene muy sensible y con riesgo de alza de corto plazo.

La visión de dos Gobiernos, de dos economías y de sus mercados, hacen claramente un diferenciador para la toma de decisiones.

Hasta cuándo reaccionará el Gobierno con el anuncio de un verdadero Programa Económico y Fiscal y junto con Banxico, pongan en marcha acciones que cuiden el empleo y a todo tipo de empresas. Seguimos notando que la SHCP está “calladita” en torno a este punto.

 

                                                                                                                                                   @1ahuerta