Foto: Reuters Donald Trump declaró la semana pasada que los científicos deberían explorar si la ingesta de desinfectante en el cuerpo de los contagiados con el nuevo coronavirus podría ayudarlos a eliminar la enfermedad. Un día después, sostuvo que había sido sarcástico cuando realizó los comentarios  

La creencia en remedios milagro o de riesgo para curarse o prevenir la enfermedad del Covid-19 ha llegado a extremos incluso trágicos, pues quienes quizás sobrevivirían al mal provocado por el coronavirus, no lo hicieron a una intoxicación o envenenamiento por consumir otra sustancia tóxica.

Estados Unidos, República Dominicana, Irán y Turquía son algunos ejemplos de países donde se han visto casos de este tipo, en EU incluso propiciados por comentarios del presidente Donald Trump.

En la República Dominicana han muerto al menos 109 personas por ingerir clerén –conocido también como triculí, pitrinchi o tapa floja–, un alcohol de fabricación artesanal, originario de Haití, revelaron medios como La Vanguardia.

El Ministerio de Salud Pública dominicano difundió que el examen de laboratorio mostró que, más que etanol, había más de 50% de metanol: “no sé cómo estos pacientes han podido llegar vivos a los hospitales”, afirmó el ministro de Salud.

En tanto, al menos 20 personas han muerto y 34 han sido hospitalizadas en Estambul, Turquía, por consumir alcohol adulterado siguiendo los falsos rumores de que protege contra el coronavirus. Los afectados eran ciudadanos de Turkmenistán que habían consumido alcohol macerado con hierbas para protegerse, según explicó uno de ellos a la Policía.

Mientras tanto, con más de 700 muertos y 3 mil intoxicados en menos de dos meses, el alcohol adulterado se convirtió en un problema de salud pública en Irán, donde su venta está prohibida desde hace cuatro décadas.

La semana pasada, el colmo fue protagonizado por Donald Trump, quien sugirió que un remedio contra el virus podría ser inyectarse o ingerir cloro, así como tratamientos con luz ultravioleta.

 

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