Ante la presión de los mismos ciudadanos por la pronta reapertura de Francia y retomar actividades a pesar de la pandemia, el primer ministro francés, Edouard Philippe, presentó al Congreso para su discusión y aprobación la propuesta del Gobierno para iniciar la salida de las medidas de confinamiento.
El presidente Emmanuel Macron estableció el fin de la cuarentena el 11 de mayo, sin embargo, Philippe planteó una salida escalonada que llegue hasta el 23 de julio, aunque hasta que no se concrete la creación de la vacuna y se identifique un tratamiento adecuado no será posible reintegrarse a la vida como se conocía antes.
Antes de septiembre se prohibirán los grandes eventos de espectáculos o deportivos. Cualquier evento que contemple a más de 500 personas será considerado masivo.
Hasta el 2 de junio no se podrán celebrar ceremonias religiosas, aunque los funerales, que son reuniones que no se pueden aplazar, tendrán un cupo máximo de 20 personas.
Aunque se permitirá la circulación libre, las personas no podrán ir a puntos a más de 100 kilómetros de sus hogares, a menos que tengan una emergencia o algún motivo imperante, mientras los adultos mayores de 65 años deberán esperar a que el Gobierno levante las restricciones para su protección.
Los departamentos con mayor número de casos no podrán abrir espacios como parques y centros recreativos, mientras que las playas de todo el país no abrirán hasta el 1 de junio.
En el transporte público se deberá usar cubrebocas; el Gobierno iniciará la repartición en puntos estratégicos para que quienes deban usar el transporte lo tengan.
Sobre bares, cafés y restaurantes, el Gobierno no dará a conocer su reglamento hasta el 2 de junio.
AR