Foto: Reuters En la cárcel de Izalco, a 65 kilómetros de San Salvador, miembros de las pandillas Mara Salvatrucha (MS-13) y su rival Barrio 18 eran exhibidos en ropa interior, cabelleras rapadas y sin ninguna protección contra el coronavirus.  

La implantación de medidas de excepción o emergencia para proteger a la población de la pandemia del coronavirus no deben ser usadas por los gobiernos como excusa para violar los derechos humanos de las personas, afirmó la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

“Los poderes de emergencia no deben ser armas que los gobiernos puedan usar para aplastar la disidencia, controlar a la población o prolongar su estancia en el poder (…) deben usarse para afrontar eficazmente la pandemia. Nada más ni nada menos”, advirtió Michelle Bachelet.

Por eso, para ayudar a los Estados en su respuesta al Covid-19, la Oficina de la Alta Comisionada publicó un manual de orientaciones sobre la adopción de medidas urgentes y excepcionales.

Recordó que, de acuerdo con el derecho internacional de los derechos humanos, los Estados pueden limitar algunos con el fin de proteger la salud pública y que esa concesión puede ampliarse si se declara el estado de emergencia. Sin embargo, aclaró que estas restricciones han de ser “necesarias, proporcionales y no discriminatorias”, que es necesario limitar su duración y que deben ir acompañadas de salvaguardas que impidan su empleo abusivo.

Lucha contra maras

Un caso emblemático es el de El Salvador, donde tras un inusual incremento de los homicidios en el país centroamericano, atribuidos principalmente a las pandillas llamadas maras, el presidente Nayib Bukele ordenó endurecer las medidas en las cárceles y en los territorios.

“Vamos a hacer que los pandilleros que cometieron esos homicidios se arrepientan toda su vida de haber tomado esa decisión”, dijo el mandatario en una reunión de su gabinete de seguridad, según un tuit de la secretaría de Prensa de Casa Presidencial.

Bukele celebró a través de sus redes sociales la implementación del nuevo modelo de seguridad, un régimen de aislamiento adoptado de una prisión de máxima seguridad en El Salvador, donde se recluyen cabecillas.

“Ya no se podrá ver hacia afuera de la celda. Esto evitará que puedan comunicarse con señas hacia el pasillo. Estarán en lo oscuro, con sus amigos de la otra pandilla”, dijo el Presidente, y advirtió a quienes siguen provocando violencia en las calles que “solo les quedan algunas horas”.

En todo el sistema carcelario están recluidos casi 13 mil pandilleros, según autoridades.

 

Pruebas siguen siendo clave

Casos de Covid-19, así como muertes, no se están reportando en muchos países de América Latina debido a la baja capacidad de hacer pruebas, advirtió la Organización Mundial de la Salud.

“La pandemia está lejos de terminar. La OMS sigue preocupada por las tendencias crecientes en África, Europa del este, América Latina y algunos países asiáticos”, señaló el director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

El director de emergencias, Mike Ryan, advirtió que si los países reducen las pruebas, el número de casos se reducirá, sin ser un cálculo confiable.

 

FRASE
“Si no se defiende el Estado de Derecho corremos el riesgo de que una emergencia de salud se convierta en un desastre de derechos humanos con efectos más prolongados”
Michelle Bachelet,
Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos

LEG