Foto: Cuartoscuro / archivo La investigación universitaria sugiere que aunque toda la población es susceptible al contagio, existen grupos sociales más vulnerables que otros.  

A pesar de que la mayor vulnerabilidad a contagios de Covid-19 se concentra en los municipios más marginados del país, un estudio de la UNAM advierte que el número de contagios a la tercera semana de abril se focaliza en los grandes centros urbanos.

 

En un trabajo titulado Vulnerabilidad ante Covid-19 en México, la Máxima Casa de Estudios establece que Oaxaca, Guerrero, Chiapas, la zona huasteca de Veracruz y Puebla, así como el sur de Durango, Sierra Tarahumara y Yucatán, son los territorios donde están los municipios más marginados.

 

“La vulnerabilidad de los municipios donde aún no hay contagios es la más alta y crítica, lo que podría tener fuertes efectos negativos en las economías locales.

 

“Es en estos municipios en que se debe buscar mayor prevención de contagios, pues además de la precariedad económica, los servicios de salud están en gran medida ausentes”, advierte el análisis.

 

Por ello, considera imperativo aumentar y mantener las medidas de prevención de contagio en estos municipios con alta y crítica vulnerabilidad, aun cuando no presenten casos, pues los efectos en ellos serán más graves

 

Además, la UNAM alerta que debe evaluarse el levantamiento anticipado de las medidas de mitigación en esas localidades, sin que se haya controlado la epidemia en los municipios vecinos, particularmente con los tienen mayores vínculos socioeconómicos.

 

Al ser también zonas de alto grado de migración de retorno, el estudio plantea la necesidad de realizar campañas especiales pues tienen un mayor grado de exposición.

 

Por último, sugiere plantear la elaboración de planes de protección económica para los municipios más vulnerables, que les permita resistir la contingencia y recuperarse posteriormente.

 

El índice desarrollado por la UNAM considera tres dimensiones de vulnerabilidad: demográfica, de salud y socioeconómica.

 

En la primera, explica, la población mayor de 60 años puede ser un factor vulnerable, así como el porcentaje de población indígena por motivos de discriminación en la prestación de servicios de salud, o debido a una menor capacidad de comunicación con personal médico que no hable su lengua.

 

LEG