Es una lucha contra reloj.
Pero va bien.
Al compromiso de vender mil ventiladores se suman negociaciones para incrementar el suministro para los peores momentos del coronavirus.
En un principio la información era ambigua.
El presidente Donald Trump prometió mil unidades, se nos informó, y se le agradeció porque aceptó la venta de otro millar.
O sea, se esperaban dos mil.
Inclusive se pensó en un regalo, lo cual sellaría el buen entendimiento entre los mandatarios de México y Estados Unidos.
Luego se aclaró: sólo serían mil.
A ellos pueden sumarse nuevos compromisos, acaso de 500 adicionales y, por qué no, de otra cifra similar.
Es un buen empeño en el cual se ha embarcado el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, sin descuidar tratos para suministros con otras naciones.
Con la suma de aquí, allá y acullá -más los 700 bosquejados con tecnología mexicana para el 15 de mayo- se espera no tener carencias graves.
Aunque sí hay un contratiempo: no hay disponibles en el mercado y es necesario esperar los plazos de cada país, de cada productor.
MONITOREO MUNDIAL
Oficialmente toda la información es interna.
Con ella se decide cómo actuar ante los crecientes números de contagios, víctimas mortales y casos sospechosos.
Pero hay un ojo puesto en el mundo.
Se repasan las cifras y cada mañana y tarde, en las conferencias de prensa rutinarias, se dispone del informe global exacto.
Por ejemplo, ayer se tenía perfectamente claro el panorama mundial de tres millones 91 mil 141 infectados y 215 mil 138 defunciones.
Si en el número de pacientes Estados Unidos acepta más de la tercera parte universal -un millón tres mil 328-, solamente hay unos cuantos países pequeños sin enfermos.
Se los reproduzco: Turkmenistán, Tayikistán, Lesoto, Tonga, Vanuatu, Samoa, Kiribati, Islas Salomón y Comoras.
No es necesario abundar en la numeralia, pero acaso el secretario de Salud, Jorge Alcocer, comparó a México con un paciente sano porque las cifras mexicanas de contagios no se han disparado como se temía.
COMISIÓN A DELGADO
1.- Una maniobra pasó desapercibida.
En 2018, en el reparto de cuotas, el grupo duro de Morena se hizo de la Comisión de Presupuesto con Alfonso Ramírez Cuéllar como presidente.
No gustó en Palacio Nacional por varias razones, pero sobre todo porque desde ahí se dirige el gasto y, ya se sabe, la prioridad es guiarlo a los deciles donde están los votos.
Pero ese mismo grupo duro impuso a Ramírez Cuéllar al frente de agrupamiento y Mario Delgado tejió para sustituirlo con un diputado de sus confianzas, Erasmo González Robledo.
De esa forma aumenta su poder y tiene un operador de distinto corte, para satisfacción suya y del Ejecutivo federal.
2.- Banco Accendo convocó a asamblea para mañana a fin de discutir su asociación con Grupo Toka.
Pero un juez paró la intención y ordenó notificar tanto a la junta encabezada por Javier Reyes como a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.
Un enredo a la vista de Hacienda y Arturo Herrera.
Y 3.- Nuestra solidaridad con Jaime Martínez Veloz, el político coahuilense avecindado en Tijuana y ahora amenazado de muerte.
Ya levantó la denuncia respectiva.