Más de dos mil tortugas fueron liberadas en su hábitat natural, luego de ser incautadas cuando los traficantes pretendían ingresarlas a Perú y después llevarlas a Asia donde tienen un gran precio, informaron las autoridades locales.
“Estas tortugas son extraídas en la Orinoquia y suelen ser llevadas a Bogotá y de ahí enviadas en vuelos de carga hacia Leticia. La intención era sacarlas a Perú, en este país es mucho más fácil su comercialización hacia el exterior”, indicó Emilio Rodríguez, director de Biodiversidad del Ministerio de Ambiente.
Refiró que “su costo en países asiáticos y europeos oscila entre 80 y 100 dólares y son compradas para ser usadas como mascotas”.
De acuerdo con la dependencia, luego de un trabajo conjunto con el Ministerio de Defensa y la Fuerza Aérea Colombiana se logró liberar a unas dos mil 162 tortugas en aguas del departamento del Vichada, en el este del país.
Explicó que las tortugas matamata, de la especie Chelus orinocensis, empezaron a recorrer a paso lento la Laguna Azul y otros sitios estratégicos del departamento de Vichada, para regresar a su hábitat natural del que fueron extraídas para su comercialización ilegal.
Los quelonios fueron extraídos de la Cuenca del Orinoco y llevados al Amazonas, por donde los traficantes pretendían ingresarlas a Perú, explicó.
Rodríguez aseguró que los decomisos “permitieron detener un proceso de tráfico ilegal de fauna bastante complejo que se estaba dando en el Amazonas”.
Destacó que hace unos días se realizó una primera liberación de 438 especies en distintos puntos de la Laguna Azul, un ecosistema lagunar de aguas someras con un buen bosque de galería, que es su hábitat ideal, mientras que el resto se liberó la víspera.
PAL