LONDRES.- Un proyecto de investigación reveló los niveles más altos de microplásticos jamás registrados en el fondo marino, con hasta 1.9 millones de piezas en una capa delgada que cubre sólo un metro cuadrado; la investigación fue realizada por la Universidad de Manchester, el Centro Nacional de Oceanografía (Reino Unido), la Universidad de Bremen, IFREMER y la Universidad de Durham.
El estudio apuntó que más de 10 millones de toneladas de desechos plásticos ingresan a los océanos cada año. Y pesar de la reducción de materiales flotantes como popotes y bolsas, “tales acumulaciones representan menos del uno por ciento del plástico que ingresa a los océanos del mundo”. En cambio, se estima que el 99% restante ocurre en las profundidades del océano.
Publicada esta semana en la revista Science, la investigación mostró cómo las corrientes de aguas profundas transportan pequeños fragmentos de plástico y fibras a través del fondo marino. Éstas corrientes pueden concentrar microplásticos dentro de grandes acumulaciones de sedimentos.
El autor principal del análisis, Ian Kane, precisó que “los microplásticos no están distribuidos uniformemente en el área de estudio; están repartidos por poderosas corrientes del fondo marino que los concentran en ciertas áreas”. Los microplásticos se componen principalmente de fibras de textiles y prendas de vestir.
Una vez en las profundidades del mar, los residuos son transportados fácilmente por las corrientes océanicas que fluyen continuamente. El estudio proporciona el primer vínculo directo entre el comportamiento de estas corrientes y las concentraciones de microplásticos del fondo marino.
De acuerdo con los científicos, los hallazgos ayudarán a predecir la ubicación de otros puntos críticos de microplásticos en aguas profundas y a la investigación directa sobre el impacto de dicho material en la vida marina.
El doctor Mike Clare, del Centro Nacional de Oceanografía, co-líder de la investigación, dijo que los resultados del estudio “resaltan la necesidad de intervenciones políticas para limitar el flujo futuro de plásticos en ambientes naturales y minimizar los impactos en los ecosistemas oceánicos”.
Por su parte, Florian Pohl, del Departamento de Ciencias de la Tierra, expresó que lamentablemente “el plástico se ha convertido en un nuevo tipo de partícula de sedimento, que se distribuye a través del fondo marino junto con arena, barro y nutrientes”.
EAM