En México todo parece indicar que las autoridades ya perfilan el regreso a las actividades a partir del próximo 17 de mayo en diversos municipios del país, tal como lo habían advertido; sin embargo, ante la presión de Estados Unidos por abrir sus cadenas productivas, nuestro país podría adelantar la reapertura de algunas industrias. Por lo que el gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador estaría cediendo una vez más a los mandatos de Donald Trump.
Por lo pronto la secretaria de Economía, Graciela Márquez ya contempla el acompañamiento de México en la reapertura de empresas nacionales que tengan presencia en Estados Unidos o formen parte de la cadena productiva de aquél país, bajo el argumento de que en el territorio nacional ha tardado más en registrar aumentos significativos de Covid-19.
¿Ha tardado más? Quizá a la funcionaria se le olvidó que México entró un mes después a la pandemia, por lo tanto no puede compararse la evolución que el Coronavirus ha tenido en Estados Unidos con los datos nacionales pues a nosotros nos faltan todavía cinco días para entrar en la fase máxima de contagio, según las autoridades sanitarias.
A otro que al parecer se le olvidaron sus propios pronósticos y preocupaciones, es al subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell; pues asegura que las medidas de confinamiento han logrado aplanar la curva de contagios; no obstante que los números reflejan otros datos, pues al día se registran al menos mil 500 casos nuevos de Covid-19 y el número de muertos diarios supera los 110.
La economía mexicana se encuentra en una recesión técnica desde los primeros meses del año y, la pandemia lejos de caernos como anillo al dedo o ser domada, está ocasionando una parálisis en el mercado interno, de ahí que la preocupación del gobierno que pretende ser la Cuarta Transformación sea mayúscula.
La pregunta…sin ofensa sería, qué tanto está dispuesto a sacrificar el Presidente López Obrador la salud de los mexicanos a cambio de mantener su popularidad y evitar una caída mayor de la economía.