Por considerar que la actual administración federal tiene “un desastre en el sector energético”, la bancada del Partido Acción Nacional (PAN) en el Senado, exigió la renuncia de los titulares de la Secretaría de Energía, Rocío Nahle; del director general de Pemex, Octavio Romero; y del director general de la CFE, Manuel Bartlett.
En tanto, los diputados federales del Partido Revolucionario Institucional (PRI) pidieron reencauzar la estrategia y plan de negocios de dicha empresa, ante la incertidumbre sobre la viabilidad del negocio que representa Petróleos Mexicanos (Pemex) para el país, luego de perder 562 mil millones de pesos en el primer trimestre de 2020.
Si bien Pemex es una empresa productiva del Estado y puede contar con recursos económicos respaldados por el Gobierno, podría darse el caso extremo de que ésta lleve a la administración federal “a la insolvencia de pagos”, alertó la bancada tricolor, coordinada por René Juárez.
Ante ello, se pidió “evaluar la reducción de las metas de producción de petróleo y gas natural, cerrando pozos que no son rentables; así como, revisar las metas de refinación para determinar cuáles refinerías deben cerrar por el tipo de petróleo que consumen o por la falta de equipo”.
Mientras tanto, los senadores del blanquiazul destacaron que la empresa del Estado pierde cada hora 240 millones de pesos. Y acusaron que su director general, Octavio Romero, cerró la puerta a las inversiones privadas, canceló los farmouts y las rondas petroleras y no ha frenado el huachicoleo.
Ante ello, la oposición hizo un llamado a las autoridades federales, a utilizar las herramientas que tiene la Constitución, a fin de promover un plan de inversión privada de largo plazo, en toda la cadena de valor, porque no hay recursos públicos suficientes para que Pemex lo haga todo, sin provocar desabastos.
LG