Ante la falta de simpatizantes, de seguidores y de afiliados, Napito está montando un nuevo teatrito; en un acto desesperado está tratando de robar (cosa que no es novedad, basta recordar la historia de los 55 millones de dólares) a los trabajadores, es decir, sus colaboradores más cercanos están acudiendo a las minas donde operan distintos sindicatos para amedrentar y engañar a los sindicalizados respecto de su reparto de utilidades.

 

Estos individuos, que distan mucho de ser mineros, están operando como banda del crimen organizado. La descripción no es exagerada, ya que los mineros denuncian que se acercan para intimidarlos y posteriormente les tratan de convencer que en las organizaciones sindicales a las que pertenecen les están quitando parte del reparto de utilidades, generando desinformación y, como ya es su costumbre, intentando desestabilizar a las empresas.

 

No señores, tras los engaños y mentiras de estos sujetos decimos que 90% del gremio minero en México sabe quién ha estafado a los trabajadores por más de una década, mismo a quien apuntan con el dedo por ser cómplice de la muerte de los 65 compañeros en Pasta de Conchos. También se sabe quién es el que ni por error va a una mina porque considera que se le ensucian las manos; mismo impostor que se ha hecho pasar por minero para vivir con todo lujo del sudor y esfuerzo de los trabajadores.

 

Los empleados saben que el reparto de utilidades se calcula con base en los ingresos que lograron las empresas a lo largo del año, además intervienen factores como la productividad de cada colaborador. El reparto de utilidades es un derecho irrenunciable y se entrega a largo del mes de mayo. Es importante decir que gran parte de trabajadores, y todos los ex trabajadores que pertenecen al sindicato de los Napillos no reciben este importante ingreso ya que Gómez Urrutia mantiene por voluntad propia y a base de manipulación, paros ilegales en distintas minas, mismos que los alejan de tener este importante ingreso y por supuesto de acceder a una mejor calidad de vida.

 

Napito y su banda hay que recordarles que los trabajadores no son tontos, tal y como ellos lo asumen, hay que dejarles en claro que la base trabajadora decide a qué sindicato pertenecer de manera libre, secreta y directa, no con chismes, chantajes y engaños.

 

En el último año, el representante de Morena ha hecho de todo para sumar simpatizantes a su sindicato, y ni se diga a la Central que formó recientemente, ambos casos fallidos, por lo que a falta de mejoras laborales o ante la imposibilidad de ofrecer estabilidad en el empleo recurre a este tipo de tácticas.

 

Desde la UNASIM hacemos un llamado a la unidad, a que en estos tiempos de crisis sanitaria y económica nos mantengamos alertas de este tipo de impostores, denunciémoslos y defendamos nuestras fuentes de empleo como los verdaderos mineros sabemos: trabajando. A las autoridades laborales encabezadas por la secretaria Luisa María Alcalde, pedimos el acompañamiento de la ley para que estos actos no se repitan y se garantice a la par la seguridad de nuestros sindicalizados; sabemos que a la titular en materia de empleo no le es ajeno este tipo de denuncias contra Gómez Urrutia y también sabemos que ella está del lado de la razón y de los trabajadores.

 

Y es que, sin duda, los Napitos seguirán con estas artimañas pues han hecho de las agresiones, amenazas y golpes el sello particular de su llamado “nuevo sindicalismo”.

 

                                                                                                                                           @CarlosPavonC