FOTO: CAPTURA DE VIDEO Para López Obrador, las redes sociales son "benditas", la alternativa ideal a la prensa tradicional, pero no tanto en tiempos de coronavirus  

Para el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, las redes sociales son “benditas”, la alternativa ideal a la prensa tradicional. Pero no tanto en tiempos de coronavirus, cuando les reclama transparencia sobre los grupos que manejan bots y más esfuerzo en el combate a las noticias falsas.

El mandatario, conocido popularmente como AMLO, dijo el miércoles en su rueda de prensa diaria que Twitter o Facebook deberían dar más detalles sobre el origen y la forma de operar de los perfiles automatizados.

“¿Cómo se contrata, quién ofrece este servicio, cómo funciona?”, les reclamó, y mostró como un supuesto “mea culpa” de Twitter un mensaje divulgado esta semana por la red social en el que coincide “con las voces que demandan mayor transparencia sobre el financiamiento que reciben aquellos actores que realizan este tipo de automatización o coordinación”.

“Siempre voy a estar a favor de la libertad y de las redes sociales, por eso hablo de las benditas redes sociales, pero no quiero que este medio de comunicación tan importante (…) se corrompa”, agregó el presidente, antes de que la etiqueta #NoSoyBotSoyCiudadano se hiciera tendencia en Twitter en México.

El gobernante expresó también su preocupación por los saqueos de tiendas convocados a través de esas plataformas y de Whatsapp, aprovechando las medidas de suspensión de actividades y confinamiento por el brote de coronavirus, que en el país ha dejado 26,025 contagios y 2,507 muertes.

En los comicios que ganó en 2018, López Obrador invirtió un 4% de sus gastos de campaña en propaganda en internet, y sus rivales entre un cuarto y un tercio de los suyos, según el Instituto Nacional Electoral. Sin embargo, varios estudios señalan que AMLO monopolizó el debate en las redes a su favor.

En sus comparecencias públicas, el gobernante ha atacado con dureza a los medios del país cuando publican informaciones que cuestionan sus políticas. “Conservadores”, “corruptos” y “mafiosos” son algunos de los calficativos que ha empleado para referirse a ellos.

La aprobación presidencial cayó en marzo por primera vez por debajo del 50%, según una encuesta diaria de la consultora Mitofsky, en medio de críticas a su gestión de la emergencia del coronavirus, la inquietud por la inseguridad pública y los problemas económicos.