Banxico tiene que analizar muy bien en la Junta de Gobierno de este próximo 14 de mayo, si seguirá ajustando a la baja la tasa de interés a un ritmo de 50 puntos base, o en su caso, dar un poco más de tiempo para que el tipo de cambio logre intentar estabilizarse en niveles más razonables, aún dentro de un entorno económico, político y de salud complicado.
El pasado 21 de abril, Banxico anunció fuera de su fecha calendario de reunión, un ajuste de 50 puntos base para dejar la tasa de interés en 6.00% anual. Además, y quizá fue lo más relevante, anunció medidas adicionales de estímulo para la economía.
Entre algunas medidas que anunció, dirigidas a otorgar financiamiento a través de la banca a personas físicas con actividad empresarial, MiPymes y grandes corporativos, también está incrementando la liquidez en los horarios de operación del mercado spot en México, así como estar realizando coberturas cambiarias liquidables por diferencia de dólares americanos con contrapartes no domiciliadas en el país, para operar en horarios de otros mercados internacionales, lo cual es muy positivo.
Este esfuerzo, que requiere tiempo y “dinero”, tiene como fin, poder darle estabilidad al mercado cambiario y para ello, en una opinión personal, deberían mantener sin cambio la tasa de interés por ahora en 6.00% anual, o en caso máximo, sea ahora, en la reunión de mayo o bien en junio, ajustarla a la baja 25 puntos base.
A pesar de que la tasa de interés sigue “alta” para el momento, la estabilidad cambiaria es necesaria. La inflación al “Productor” sin petróleo y con servicio ascendió a 5.41% anual vs la inflación al “Consumidor” que se ubicó en abril en 2.15% anual. Una moderada reactivación de la economía, que incremente un poco la demanda, podría generar un posible traslado de precios y la inflación rebotará.
Los precios del petróleo pudieron haber tocado su fondo al cierre de abril pasado, y en lo que va de mayo, los precios de la mezcla mexicana vienen subiendo 11%, con lo que la gasolina ya no ajustará más a la baja por ahora.
Además, el escenario económico se ve muy complicado, tanto así, que las diferentes instituciones financieras, organismos internacionales y calificadoras, vienen ajustando a la baja el estimado de crecimiento del PIB.
Vemos una afectación en la economía por una:
- Menor demanda externa (economía de EE.UU.).
- Caída en el precio del petróleo (2° trimestre del año).
- Ajuste en el consumo privado nacional.
- Respuesta “limitada” del Gobierno federal a un Programa económico y fiscal.
- Distanciamiento visible entre empresarios y Gobierno.
- Falta de confianza hacia la inversión y el consumo.
- Por simple aritmética, aumentará la deuda/PIB y se pasará a un déficit primario.
El tiempo para Banxico es oro, y en la medida de presionar a la baja la tasa de interés, el riesgo de un mayor deterioro futuro en la confianza y en la economía, le podría impedir la oportunidad de una mayor apreciación del peso y Banxico ya habría utilizado fuertes recursos para intentar estabilizarlo.
@1ahuerta