La colombiana Avianca Holdings, la segunda aerolínea más grande de América Latina, se declaró el domingo en bancarrota al acercarse un plazo de pago de bonos y después de que las solicitudes de ayuda a los gobiernos para superar la crisis del coronavirus no tuvieran éxito.
La aerolínea se acogió al capítulo 11 de Estados Unidos, luego de que la pandemia de COVID-19 le obligó a suspender el transporte de pasajeros desde mediados de marzo, lo que redujo sus ingresos consolidados en más de 80%.
De no salir de la bancarrota, Avianca sería uno de los primeros jugadores importantes del sector a nivel mundial en caer a causa de la pandemia, que ha provocado una baja del 90% del tráfico mundial de pasajeros, que llevaría a una reducción de 314.000 millones de dólares en los ingresos del sector, según la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA).
Avianca estimó pasivos de entre 1.000 millones y 10.000 millones de dólares en una presentación ante el tribunal de quiebras estadounidense para el Distrito Sur de Nueva York.
Según la aerolínea, el proceso busca favorecer la continuidad de las operaciones, preservar los empleos, mantener la conectividad para los más de 30 millones de pasajeros anuales de la compañía y promover la recuperación económica de Colombia y de sus otros mercados clave.
«Los efectos de la pandemia COVID-19 nos han llevado a enfrentar la crisis más desafiante de nuestros 100 años de historia como compañía», dijo Anko van der Werff, presidente de Avianca Holdings, citado en un comunicado a la Superintendencia Financiera colombiana.
«Creemos que la reorganización bajo el Capítulo 11 es el mejor camino a seguir para proteger los servicios esenciales de viaje y transporte aéreo que proporcionamos en Colombia y en otros mercados en toda América Latina», agregó.
En abril, los auditores financieros de Avianca habían alertado sobre «dudas sustanciales» en cuanto a la capacidad de la compañía para continuar en el negocio por la crisis del COVID-19.
Avianca se enfrentaba a un pago de bonos de 65 millones de dólares el domingo, que los analistas no creían que la aerolínea estuviera en condiciones de cumplir.
TURBULENTA HISTORIA
«Esto no es una sorpresa del todo, se venía esperando dada la situación de la compañía y de las aerolíneas en general por las medidas contra el COVID-19, pero además desde hace mucho la compañía venía muy endeudada a pesar de que habían tratado de restructurar su deuda el año pasado», dijo Juan David Ballén , economista jefe de la correduría Casa de Bolsa, en Bogotá.
«Lo más importante es que la aerolínea va a seguir funcionando, esa es la principal ventaja de ingresar al Capítulo 11 y que sus acciones y bonos pueden seguir cotizándose en los mercados», agregó.
Al cierre de 2019 Avianca contaba con una deuda de 4.900 millones a corto y largo plazo, un 20% superior con respecto a 2018.
Las directivas de la compañía tienen prevista una conferencia de prensa al final de la tarde del domingo.
En paralelo a la decisión de acogerse al Capítulo 11, la compañía anunció la intención de reducir sus operaciones en Perú.
United Airlines había tomado el control de Avianca en mayo de 2019, luego de que Synergy Group Corp -del industrial Germán Efromovich- incumplió un acuerdo de cobertura por un préstamo de la aerolínea estadounidense por 456 millones de dólares por el que había endosado sus acciones como garantía, tras lo cual entregó la administración al socio minoritario Kingsland.
Avianca -que en 2003 ya había entrado a la ley de quiebras para renegociar por ese entonces deudas por unos 269 millones de dólares-, precisó que, al igual que muchas otras aerolíneas alrededor del mundo, está buscando apoyo financiero de los gobiernos de los países en los que opera.
Ya desde el año pasado se desataron preocupaciones sobre Avianca, después de que en agosto Roberto Kriete, presidente de la junta directiva de la aerolínea, dijo en una reunión con empleados que la firma estaba en quiebra, tras lo cual sostuvo que había sido malinterpretado.
aarl