Si a inicios del presente año nos hubieran dicho que ocurriría un confinamiento forzoso en todo el mundo, no lo habríamos creído. El recuerdo de las noticias sobre lo que estaba ocurriendo en Wuhan, China -lugar donde se originó el primer caso- parece tan remoto, y eso que apenas sucedió en diciembre del año pasado. Nadie hubiera pensado que unos meses después nosotros también estaríamos luchando contra la pandemia, en confinamiento voluntario para que no se incrementen los casos y no saturar el sistema hospitalario.
De acuerdo con los datos que presenta cada día el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell hasta el 10 de mayo, van 35 mil casos confirmados y lamentablemente han fallecido 3,465 personas en el país. Nos encontramos en momentos complicados. El presidente López Obrador dijo que la fase de mayor contagio en México será del 8 al 20 de mayo, por lo que es importante que se sigan las recomendaciones de los especialistas.
Aún con ello, hemos aprendido a adaptarnos a nuestra situación y no han faltado los esfuerzos y las muestras de solidaridad para apoyar durante la emergencia. Esto es muy importante, porque en estos tiempos difíciles hay que apoyar. Empresarios, académicos y emprendedores han sumado esfuerzos para hacerle frente a la enfermedad, cada quién desde su trinchera aportando su conocimiento o experiencia para el desarrollo de soluciones efectivas contra el virus. Sin embargo, no todos los esfuerzos logran llegar a buen puerto, especialmente por la complejidad que requieren. Retomo un par de ejemplos que ocurrieron en Aguascalientes, ambos con buenas intenciones, pero no exentos de críticas.
Frente a la escasez de respiradores y por el elevado precio al que se comercializan en el mercado, un empresario local decidió desarrollar un prototipo para apoyar al sector salud en la entidad, no obstante, lo trató de hacer en un taller mecánico. Los respiradores son necesarios porque se estima que alrededor del 5% de los enfermos por el Covid-19 los necesita. Al ser un equipo que se utiliza para la salud, estos requieren de materiales específicos para su desarrollo, por lo que no se puede usar cualquier material. Incluso la COFEPRIS, presentó las disposiciones para la fabricación de ventiladores, donde lo especifica.
El otro ejemplo también involucra los ventiladores donde el senador, Toño Martín del Campo, retomó el proyecto de varios emprendedores para crearlos. Nuevamente, es un esfuerzo loable, pero habrá que seguir los lineamientos que se establecieron, porque se utilizan para la protección de vidas humanas. Adicionalmente, es curioso que los políticos apoyen a los emprendedores de la entidad sólo cuando buscan algunas notas en los medios. Se busca llamar la atención haciendo un anuncio que busca ser trascendental, pero que no llega a ningún lado. El senador comentó que resulta urgente ofrecer soluciones efectivas que garanticen la óptima atención de los pacientes con COVID-19, pero habría que recordarle que desde el mismo Senado se pueden presentar iniciativas para apoyar a los emprendedores y no sólo cuando se busca salir en la foto.
Desafortunadamente un evento político enterró un proyecto de innovación que podría haber tenido un mayor impacto. A pesar de ello, hay que darle seguimiento al anuncio que se realizó para que no sólo quede en una foto y un vago recuerdo.
Como vemos, hay varios esfuerzos, pero no todos pueden concretarse. La creatividad es importante, pero cuando se trata de salvar vidas, es importante hacerlo bien y siguiendo los protocolos, porque se corre el riesgo de afectar la salud. Es importante apoyar, pero hagámoslo bien.
* Arturo Ávila Anaya, presidente IBN/B Analitycs y experto en Seguridad Nacional por Harvard (NIS).
@ArturoAvila_mx