Foto: Cuartoscuro Por otra parte, la CEM sugirió a las diócesis a abrir un portal digital para la atención a los familiares de enfermos y difuntos  

En caso de que una persona muera por Covid-19, se deberá celebrar la Eucaristía por los difuntos y pidiendo también por los deudos, pero a distancia, virtualmente, sin la presencia física de fieles, de manera que los familiares encuentren en ello consuelo y fortaleza.

 

Así lo indica el Protocolo de Atención Espiritual a los Fieles durante la contingencia sanitaria de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).

 

La Iglesia resaltó que en el contexto de medidas de distanciamiento social, tomadas a escala nacional para evitar la expansión del virus, no se recomiendan los velorios ni el embalsamamiento, pero sí la cremación.

 

El Protocolo destaca que la labor del sacerdote es una actividad esencial para la atención de los difuntos y sus familiares, y que se debe celebrar la Eucaristía mediante plataforma virtual.

 

Asimismo, refiere que si no hubiera ya restricciones de las autoridades para realizar las exequias, es importante hacerlo siguiendo las normas estrictas de precaución y utilizando el Equipo de Protección Personal: higiene de manos, guantes, mascarilla quirúrgica, delantal impermeable de manga larga y protección facial.

 

Detalla que el uso de ese equipo es no sólo para no infectarse, sino para no convertirse en portadores y transmisores del nuevo Coronavirus.

 

En cuanto al protocolo de regreso a casa, se deben dejar los zapatos afuera y desinfectarlos. Después, depositar la ropa en una bolsa de plástico y lavar inmediatamente; darse un baño con agua caliente y sanitizarse por su salud y la de sus hermanos de casa.

 

Los mayores de 60 años, no deberán realizar ese tipo de servicios, ni los menores a esa edad, que presenten alguna comorbilidad.

 

“Procúrese en las diócesis, orientar oportuna y debidamente al clero local, tener una profunda sensibilidad pastoral al presentarse estos casos y tomar las prevenciones correctas para la asistencia espiritual”, resalta el texto.

 

Por otra parte, la CEM sugirió a las diócesis a abrir un portal digital para la atención a los familiares de enfermos y difuntos, en la que se reciban intenciones para ofrecerlas en las misas diarias de un grupo de parroquias o sacerdotes.

 

Podrían también conectarse los grupos de laicos y religiosos de escucha, para ofrecer consuelo a los mismos enfermos o familiares o en caso de pérdida de un ser querido, o necesidad espiritual.

 

La plataforma podría ser ubicada en la página institucional de cada diócesis, con un equipo diocesano, y difundido por el departamento de comunicación y las propias redes sociales oficiales.

 

 

AR