El gobierno de Burundi declaró que el personal de la Organización Mundial de la Salud (OMS) no es bienvenido en el territorio nacional y que deberá retirarse lo antes posible, teniendo como fecha límite el 15 de mayo.
Mediante una nota fechada el martes, pero dada a conocer este jueves, el Ministerio de Relaciones Exteriores notificó de la decisión a la delegación de la OMS sin especificar el motivo de la decisión.
Por su parte, la OMS declaró estar en comunicación con el gobierno para entender los motivos de la decisión y agregó que consideran al representante en el país como “extremadamente competente, buen líder y gestor”.
Entre los expulsados se encuentran Walter Kazadi Mulombo, el representante de la OMS, y Tarzy Daniel, Ruhana Mirindi y Jean Pierre Mulunda, expertos sanitarios.
La decisión se contextualiza en la campaña electoral para las elecciones presidenciales del 20 de mayo, en donde se elegirá al sucesor de Pierre Nkurunziza.
La OMS ha declarado que, durante la pandemia de COVID-19, sólo deberían celebrarse elecciones con fuertes medidas de higiene y garantizando el uso de mascarillas y el mantenimiento del distanciamiento físico.
La Comisión de Investigación de la Organización de las Naciones Unidas sobre Burundi lamentó los sucesos y señaló que la campaña electoral está marcada por un “aumento de la intolerancia política y numerosos actos de violencia y violaciones de los Derechos Humanos”.
Además, denunció el discurso de odio y la incitación a la violencia contra los rivales políticos, llevada a cabo principalmente por parte del gobierno en turno y de numerosos integrantes del Congreso Nacional para la Libertad.
ica