Hace un par de días, Jerome Powell advirtió que la economía de los Estados Unidos necesitaría más medidas “fiscales” ante el riesgo de que la recesión se pueda prolongar más tiempo. Este comentario hizo frenar las recuperaciones de los mercados.
Me suena al momento cuando el 4 de marzo pasado, fuera de calendario (fecha programada 17 y 18 de marzo), la Fed empezó a ajustar la tasa de interés y en un principio no sabíamos qué estaban viendo y luego, el 15 de marzo bajan la tasa de interés nuevamente hasta niveles de 0-0.25% y además, anunció una inyección de liquidez por 700,000 millones de dólares. Más tarde, el 23 de marzo pasado, anunció la compra de bonos municipales y la compra de activos en forma “ilimitada” durante el tiempo que sea necesario. El 8 de abril pasado, anunció un programa para otorgar hasta 2.3 billones de dólares en préstamos.
Posterior a esto, el Gobierno de Donald Trump, anunció programas que ascendieron a 2.6 billones de dólares, que representan más del 12% de su PIB. Si se suma el apoyo entre Gobierno y banco central, hablamos de más de 30% del PIB. Y con todo esto, el que Jerome Powell diga que se necesita más apoyo “fiscal”, genera por un lado, que el riesgo de la economía sea a mediano plazo y por lo tanto, el optimismo del mercado sea mayor, por lo que no hay que descartar momentos correctivos, en espera de los siguientes reportes trimestrales en julio y octubre próximo.
Por el lado del Banxico, ayer, decidió ajustar otros 50 puntos base en la tasa de referencia para dejarla en 5.50% y con ello, tratar de buscar estimular más a la economía, reduciendo el costo del dinero. Siguió la tendencia de la curva en la tasa de interés, las expectativas y desempeño de la economía muy debilitada y a la baja inflación, aunque ésta la vemos en zona mínima para iniciar un proceso gradual de alza. El petróleo, ha venido recuperando terreno en las últimas semanas. Sigue la línea de la mayoría de los bancos centrales de una política monetaria “acomodaticia”.
El tipo de cambio ha sido una variable que se resiste a una mayor apreciación hasta el momento, tendrá una prueba importante en zona inferior en $23.70, para mantener el escenario de un objetivo entre $23.00 y $22.20, aunque el tiempo juega en contra de ello (debería de hacerlo en estos días). Con datos al 5 de mayo, se registra aún, una salida de 10,500 millones de dólares en el año del mercado de deuda y si consideramos el punto alto de entrada el 21 de febrero pasado, la salida alcanza niveles de 13,228 millones de dólares. Consideramos que hasta no tener mayores signos de estabilidad económica global, la tenencia de extranjeros estará muy sensible con riesgo de salidas adicionales.
Con todo esto, vemos un marco aún de incertidumbre para los mercados financieros. Las palabras de Jerome Powell marcan un punto delicado en el escenario de cualquier portafolio de inversión. Las tasas de interés permanecerán bajas en la unión americana, pero por ahora, lejos de ubicarse en zona negativa. Las experiencias de tasas negativas como en Japón y Europa no son nada halagüeñas.
Para Banxico, tendrá que seguir remando “contra corriente”, solo, sin el apoyo del Gobierno en materia fiscal y cerca de entrar a una fase de caída significativa de la economía, con un alto nivel de desempleo y cierre de empresas. Los datos de abril fueron malos, pero los de mayo seguramente serán peor.
@1ahuerta