Una vez levantada la contingencia, el regreso a la nueva “normalidad” dependerá de varios factores ajenos a una posible cura contra la COVID-19. Más allá de la higiene y el distanciamiento, es probable que la interacción con otras personas deba realizarse portando un equipo de protección ligero y confiable para cualquier sector de la población.

En ese sentido, un equipo de trabajo liderado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Centro de Innovación Médica Aplicada del Hospital Gea González, diseñó la “Máscara GEA-MADiT”, una careta versátil con un nivel de aislamiento superior a las que se encuentran actualmente en el mercado.

De acuerdo con Mucio Moreno, doctor del Hospital Gea González y Leopoldo Ruiz Huerta, coordinador del Laboratorio Nacional de Manufactura Aditiva y Digital (MADiT), con sede en el Instituto de Ciencias Aplicadas y Tecnologías (ICAT) de la UNAM, la Máscara GEA-MADiT cubre la mayor parte de los ángulos de la cara, permite la visibilidad al cien por ciento, es resistente a largas jornadas laborales; fácil de llevar, reusable y reciclable.

El material del que está hecha (PETG) permite su limpieza con agua y jabón o disoluciones que cuenten con alcohol al 70 por ciento, lo que no le exime de convertirse en un dispositivo que, al resultar contaminado por un patógeno, puede transportarlo y transmitirlo a otras personas, de ahí la necesidad de complementarlo con el uso de un cubrebocas.

“Porque cuando -otra persona- está hablando o incluso estornudando, quedan depositados en la parte externa, entonces es un extraordinario complemento porque obedece para minimizar el nivel de contagio a través de estas mucosas húmedas (nariz, boca y ojos), subrayó Ruiz Huerta.

Si bien la idea surgió para uso exclusivo de personal médico, la necesidad de protección también se extendió a nivel nacional, es decir, para todo habitante de cualquier comunidad que quiera fabricar sus propias caretas sin depender de nadie.

A este respecto, los médicos señalaron en entrevista con Deyanira Morán, conductora de Prisma RU de Radio UNAM, que en un proceso automatizado, como el que realizaron para la entrega primaria en hospitales, el costo de producción (incluidos materiales) por pieza no excedió los 25 pesos; una cantidad que puede variar dependiendo de qué volumen de material se esté comprando y bajo qué proceso de manufactura se esté fabricando.

Al ser una creación sin fines de lucro, todo aquel interesado en la fabricación de la Máscara GEA-MADiT podrá solicitar su información básica y diseño a la cuenta de correo leoruiz@unam.mx.

“El diseño y lo que está otorgando también el laboratorio junto con el hospital es la gratuidad de cómo hacerlas con vías a que todo el país se vea beneficiado en este sentido y sobre todo de iniciativas privadas, que también están interesadas en la producción. Se estima que esta careta ya debe de estar en la población teniendo un impacto de casi 50 mil”, concluyó el académico universitario.

https://covid19comisionunam.unamglobal.com/?p=85909

EG