¿Alguien vio a la Secretaría de Economía en algún momento protagonizar la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte?

 

Porque hasta donde hay memoria fue el subsecretario de Relaciones Exteriores para América del Norte, Jesús Seade, el que se encargó de punta a punta el meter la cuchara del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador en las negociaciones iniciadas por el Gobierno pasado para dar vida al acuerdo que entra en vigor este próximo lunes, al que extrañamente llamamos T-MEC.

 

Fue de la autoría de este funcionario de la cancillería que se destrabara este acuerdo, como fue por su intervención que México dejó de pertenecer al acuerdo energético norteamericano que incluía el nuevo pacto comercial. Pero de la Secretaría de Energía, ni sus luces.

 

¿Alguien a caso tiene referencia de que la secretaria Graciela Márquez haya intervenido por las empresas del país para que consigan respaldo gubernamental para mantener las plazas laborales o para lograr apoyos fiscales y evitar su desaparición?

 

Lo que hay es un programa de préstamos de 25 mil pesos para aquellos que estén incorporados en el Padrón del Bienestar, aquel que levantaron los Siervos de la Nación, mayoritariamente integrantes del Partido de Regeneración Nacional.

 

Donde sí está la Secretaría de Economía muy activa es en ese intento, que ya tiene tintes desesperados del grupo en el poder, de hacerse del control político total del país. Es partícipe esta dependencia de lo que ya parece un intento desesperado de saltarse todas las instituciones democráticas del país.

 

El Presidente se entera de todo, así lo ha dicho el propio López Obrador. Por lo tanto, con el aval presidencial esta dependencia con el mote de Economía, publicó en el Diario Oficial el intento de meterse en el establecimiento de un sistema de gestión de calidad electoral.

 

Es la intentona, desde esta fachada del gabinete, de meterse en los terrenos electorales a como dé lugar para marginar al Instituto Nacional Electoral y hacerse del control de los comicios.

 

Ya había intentado el Gobierno federal controlar el presupuesto de egresos desde la presidencia por encima de la Cámara de Diputados. La sociedad les cayó en su movida y la postergaron. Ojo, no la cancelaron, ahí está esperando su oportunidad.

 

Desde Baja California la 4T intentó vulnerar la Constitución para ampliar de manera ilegal el mandato del gobernador de esa entidad, en una clara prueba de laboratorio para eventualmente hacer lo mismo a nivel federal.

 

En fin, hay intentos por diferentes frentes de destruir las instituciones en especial aquellas que tienen que ver con la retención del poder. Y la estrategia es tan clara como pretender que un inocente gobernador abra desde la frontera norte la caja de Pandora de la perpetuidad en el poder.

 

O bien, que una Secretaría, como la de Economía, que no ha mostrado la dimensión que México necesita en estos momentos, pretenda meterse a crear una norma oficial para controlar las elecciones.

 

Conforme más profundo sea el fracaso gubernamental y más cerca estén los procesos electorales federales, más lo van a intentar. Pendientes.

 

                                                                                                                                                @campossuarez