Un pizzero en Alemania dio en el blanco con la idea de ofrecer pizza recién horneada a toda hora en una máquina expendedora que solo necesita unos tres minutos para entregarla.
Estas pizzas recién horneadas van tan bien que el gastrónomo Marco Pellizzari de la ciudad bávara de Augsburgo, en el sur de Alemania, ya está pensando en colocar más máquinas expendedoras, tras pocas semanas de haber instalado la primera.
“Funciona muy, muy bien”, dice el pizzero, que también dirige seis restaurantes. “Tenemos que recargar (el expendedor) varias veces al día”. Pellizzari comenta también que los clientes están tan entusiasmados que incluso se hacen selfies con la máquina.
Los expendedores de pizza, totalmente automáticos, vienen de Italia y ya han sido instalados en otras ciudades alemanas en los últimos años.
Tienen el tamaño de un armario y están equipados con un horno, pueden contener hasta unas 80 pizzas congeladas en dos variedades, y con solo apretar un botón las hornean y sirven las 24 horas del día.
El importador alemán de las máquinas expendedoras italianas las ofrece nuevas por unos 30 mil euros, pero también se pueden conseguir máquinas usadas. La compañía considera que posibles lugares especialmente aptos para colocarlas son cines, hospitales, estaciones de trenes, gasolineras y centros comerciales.
Aparte de Augsburgo, las máquinas de pizza fresca también están en funcionamiento en algunas otras ciudades alemanas y austriacas.
dm