En una escalada de tensión y revueltas que comenzó el lunes 25 de mayo, tras la muerte del afroamericano George Floyd a manos de policías blancos de Minneapolis, ayer el mundo fue testigo de hechos sin precedentes en Estados Unidos, país con más contagios por la presente pandemia de coronavirus
Primero, en una llamada con algunos de los gobernadores donde se han presentado protestas callejeras, el republicano los instó a “no ser débiles” y a “no quedar como imbéciles” ante las protestas en las calles. Luego, en un mensaje frente a la Casa Blanca, amenazó que si los estados no respondían con fuerza enviaría tropas para resolverlo él mismo.
Mientras Trump hablaba en el Rose Garden del recinto, imágenes de televisión en vivo mostraban a la Policía disparando gases lacrimógenos para disipar a manifestantes en Lafayette Park.
“Los alcaldes y gobernadores deben establecer una presencia policial abrumadora hasta que la violencia haya sido sofocada. Si una ciudad o estado se niega a tomar las medidas necesarias para defender la vida y la propiedad de sus residentes, entonces desplegaré al Ejército de Estados Unidos y resolveré rápidamente el problema por ellos”, fueron sus palabras.
La presión comenzó a apretar con más fuerza al Presidente desde el domingo por la noche, cuando se vio obligado a resguardarse en un bunker de la Casa Blanca y a pagar las luces para apaciguar las protestas.
El lunes 25 de mayo, George Floyd, hombre negro de 46 años, fue asfixiado por un policía blanco que lo inmovilizaba en Minneapolis, Minnesota; protestas estallaron de costa a costa.
“Lo que pasó en la ciudad anoche es una deshonra absoluta”, dijo Trump ayer, mientras la revuelta continuaba a metros del edificio, y anunció que desplegará militares para detener los “disturbios, saqueos, vandalismo, ataques y la destrucción de propiedad”.
“Estoy enviando miles y miles de soldados fuertemente armados”, aseguró.
Cuando terminó de hablar, rodeado por guaruras y Policía, Trump caminó hacia la iglesia de Saint John, y le tomaron fotos con una biblia en la mano.
CON INFORMACIÓN DE AGENCIAS
Alertan gobernadores de contagios
Además de la preocupación por la violencia en las manifestaciones por el asesinato de George Floyd, un repunte en los contagios de Covid-19 preocupa a gobernadores.
Desde Minneapolis hasta Nueva York, y de Atlanta a Los Ángeles, decenas de ciudades han visto pasar por las calles aglomeraciones no recomendadas durante la pandemia.
Expertos de salud han señalado que portadores asintomáticos pueden infectar a otros.
“No hay duda de que, cuando hay cientos o miles de personas juntas, cuando tenemos este virus en las calles, eso no es saludable”, dijo el gobernador de Maryland, Larry Hogan, “en dos semanas vamos a saber si esto desencadena un repunte”.
“Estoy preocupado por este tipo de incidente propagador”, comentó el gobernador de Minesota, Tim Walz, “vamos a ver un incremento. Es inevitable”.
El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, expresó que le gustaría que “todo el mundo se diera cuenta de que cuando la gente se concentra es algo inherentemente peligroso en el contexto de esta pandemia”.
Autopsia revela que murió por asfixia: fue homicidio
Dos médicos que llevaron a cabo una autopsia independiente de George Floyd dijeron ayer que la causa de la muerte fue “asfixia mecánica” y que lo ocurrido fue un homicidio. El doctor Michael Baden, uno de los doctores, afirmó desde Minneapolis que el fallecido no tenía afecciones subyacentes que contribuyeran a su muerte.
Sostuvo que el deceso fue causado por la presión ejercida en su cuello y la de las rodillas de dos hombres en su espalda.
Eso contradice los hallazgos iniciales de la autopsia oficial del médico forense del condado de Hennepin, el cual dijo que no había evidencia de estrangulamiento.
LEG