El acuerdo es que no hay acuerdo.
Y ante la falta de entendimiento, mejor no difundir las diferencias y mantenerlas guardadas en espera de pláticas futuras.
Así puede sintetizarse lo sucedido ayer entre representantes del Gobierno federal y prácticamente todos los mandatarios estatales.
Del lado central hubo noticias:
Todo mundo esperaba la participación del canciller Marcelo Ebrard, a quien se presentó tiempo atrás como coordinador e inclusive él organizó la primera conferencia virtual.
Pero no, la conducción regresó a la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, junto con el subsecretario Hugo López-Gatell y, creen los gobernadores, alguien tras escena para avalar.
¿Y en qué no hubo acuerdo?
En lo fundamental: no saben, no hay congruencia y menos coordinación en los propósitos de entrar a la reactivación económica en armonía.
En los estados se tienen percepciones distintas a la capital y por ello rechazan el semáforo de rojo, naranja, amarillo y verde.
ESTADOS EN ROJO
Todo está en rojo para los gobernadores.
Tal vez menos para el poblano Miguel Barbosa, quien pasó de críticas a la estrategia federal de quejas por falta de apoyos a la aprobación total.
En los restantes se vieron grupos muy bien definidos.
Las críticas mayores provienen de los panistas, quien aclararon: los 60 mil millones de pesos para estabilizar los presupuestos estatales son una obligación, no una concesión.
Por lo tanto, debe entregárseles y los esperan pronto.
Obviamente con ellos van todos, en especial quienes se les han acercado mucho como el jalisciense Enrique Alfaro y el michoacano Silvano Aureoles.
Entre los priistas hay actitud conciliatoria -Claudia Pavlovich, Juan Manuel Carreras, Héctor Astudillo, no se diga Omar Fayad-, pero insisten en mayor coordinación.
De los morenistas ni hablar, su origen y padrinazgo los obliga a mantener obsecuentes con las decisiones federales.
Pero no tanto para sacar a la población con riesgo de mortandad.
Y ante el desacuerdo, mejor no sacar un comunicado… pero tampoco versiones contradictorias como la semana pasada.
TODA LA INDUSTRIA
1.- El primer estado donde tendrá permiso para operar toda la industria será Oaxaca.
Desde hoy, anunció el gobernador Alejandro Murat, podrá reanudarse la producción de mezcal, a la par del regreso de la construcción y la minería.
Pero el semáforo se mantiene en rojo y no se reabrirán los servicios turísticos, generadores de mayor ingreso económico para la entidad.
Esto vaticina la posposición o tal vez cancelación de la principal fiesta oaxaqueña, la Guelaguetza, de atracción mundial.
Tampoco se relajarán las medidas de prevención y menos se pensará en regresar a clases aunque varios municipios estén libres de coronavirus.
-Esto sucederá hasta que el semáforo esté totalmente en verde -subrayó Murat, y se hará en coordinación con el secretario Esteban Moctezuma.
Y 2.- Afectos personales y fama de honestidad llevan a Jaime Cárdenas al Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado (Indep).
Cárdenas sustituye a Ricardo Rodríguez con la encomienda de dinamizar al organismo de creación sexenal.
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