El embajador canadiense en México, Graeme C. Clark, evaluó las vulnerabilidades que exhibió la pandemia de COVID-19 en su país y las posibilidades que brinda el multilateralismo para revertir los impactos de la emergencia sanitaria.

En entrevista con Notimex, Clark destacó que la situación por la que atraviesa su país es muy similar a la de todos los demás. Las personas mayores de 60 años han sido las que más han perdido la vida por COVID-19. Además del impacto en el sector salud, la enfermedad ha ocasionado un gran incremento del desempleo.

“Cuando todos los países enfrentan una emergencia de este tipo, entienden mejor las vulnerabilidades. En el caso canadiense, lo son las personas de la tercera edad, especialmente los que se encuentran en asilos, pueblos indígenas, reos en cárceles y sectores económicos vulnerables”.

El diplomático estimó que después de esta crisis se debe analizar cómo atender mejor las situaciones particulares que se puedan presentar en el futuro. Reconoció que se han visto escenas “muy tristes en hogares para personas de la tercera edad”, especialmente en Ontario Y Quebec.

“Tienes en Canadá 11 provincias y aunque el gobierno federal establece un parámetro sanitario, a veces es complejo lograr coordinación con otras regiones. Quebec y Ontario son dos de las provincias más grandes y sus gobiernos locales han reconocido que hace falta mejorar el monitoreo de los asilos”.

Aunque las cifras federales muestran que los nuevos contagios se están desacelerando en algunos territorios canadienses, en otros la situación es crítica. La directora de Salud Pública, Theresa Tam, proyecta que para el 15 de junio podrían haber entre 97 mil y 107 mil casos totales y entre siete mil y nueve mil defunciones.

Hasta las 21:33 GMT de este jueves, la dependencia sanitaria registró 93 mil 702 contagios confirmados y siete mil 636 defunciones relacionadas con la enfermedad. Ontario y Quebec representan más del 90 por ciento de los casos nacionales. Los hogares de ancianos alojan el 18 por ciento de todos los casos y el 82 por ciento de las pérdidas humanas.

Respuesta del gobierno canadiense

El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, intensificó la evacuación de sus connacionales varados en otros países. Además, pospuso pagos de impuestos y anunció apoyos a la comunidad académica de su país para mantener la capacidad de investigación durante la pandemia.

Aunque el gobierno canadiense comenzó desde finales de abril la flexibilización escalonada de las restricciones adoptadas para contener los contagios, en coordinación con el gobierno estadounidense decidió extender la restricción fronteriza a los viajes no esenciales hasta el 21 de junio.

Desde finales de mayo, Trudeau presentó una propuesta para garantizar a los trabajadores una licencia remunerada de 10 días por año, con la finalidad de que, si resultan infectados en un segundo brote, no sientan la necesidad de ponerse en riesgo.

En materia económica, “el gobierno no hizo un diagnóstico muy complejo de la situación. Decidió actuar. Sabía que se iban a cometer errores y abusos en los dos mil dólares canadienses que se entregarían a cada ciudadano sin trabajo” (unos mil 400 dólares estadounidenses), explicó Clark ante Notimex.

Con tantas empresas que cerraron, “el objetivo ha sido poner en marcha un plan de respuesta para los desempleados, pero también para las empresas que han sufrido. Este es un programa significativo de 27 mil millones de dólares canadienses (18 mil millones de dólares estadounidenses”.

El gobierno actúo con una “rapidez fulgurante y reconocida por parte de los canadienses”, consideró Clark. De acuerdo con una encuesta elaborada por la Asociación de Estudios Canadienses, y difundida a finales de mayo, el 68 por ciento dijo estar satisfecho con su gobierno local, pero 74 lo está con las acciones del gobierno federal.

Por otra parte, el diplomático también alertó que, tanto en su país como en otros, los confinamientos han agudizado dinámicas no deseadas al interior de las familias, especialmente, con un gran incremento de violencia doméstica.

Acciones regionales y multilaterales

Al tratar las relaciones internacionales de su país, el embajador canadiense en México consideró que la posición mexicana y canadiense es muy similar, pues ambas respaldan la multilateralidad. “Somos países progresistas. Creemos que necesitamos las organizaciones internacionales para manejar las crisis mundiales”.

“No es el momento de decidir si se apoya o no a los entes multilaterales. Necesitamos de estos para podernos sacarnos de la crisis”, subrayó el diplomático. Por eso, consideró importante tener el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que establece un marco jurídico para las relaciones económicas entre tres países.

Aunque sufriremos momentos difíciles, tendremos el apoyo de los socios comerciales y aliados regionales. “Prefiero una América del Norte con el TME-C, que una sin él. Aunque es solamente una pieza del rompecabezas de nuestra unión”.

Por otra parte, Clark destacó que su labor principal en la embajada mexicana ha sido repatriar a los ciudadanos canadienses que quedaron varados en este país. De igual forma, “cuando hemos tenido aviones en Quito, Ecuador, y tenemos dos o tres espacios, con muchísimo gusto apoyamos a los mexicanos que requieren apoyo. Somos países hermanos y es normal que en una situación así nos brindemos apoyo mutuo”.

Consideró que, aunque por el momento se mantienen cerradas las fronteras, los migrantes mexicanos en su país son de suma importancia, pues “hay 27 mil mexicanos que cada año van a apoyarnos a nuestras granjas. Este es un programa importante del cual la alimentación canadiense depende”.

“Somos socios a veces un poco desconocidos. Canadá y México se enfocan demasiado en Estados Unidos. Hay que pensar mutuamente en nuestras dos naciones. Con el tiempo nuestras sociedades se van a acercar aún más. Esto es lo bonito de mi trabajo, estoy en un país amigo. Es una obra extraordinaria poder contribuir a una relación aún más estrecha”, concluyó el embajador.

 

ica