El peso mexicano observó una recuperación desde niveles de $25.75 hasta mínimos recientes (ayer miércoles 3 junio) de $21.50 donde pudiera estar muy cerca de alcanzar una zona baja y entrar a un periodo de actuación entre un rango acotado.
El movimiento de alza desde $18.59 hasta $25.75 se dio en 35 días de operación. La incertidumbre sobre el riesgo de expansión del coronavirus, las bajas agresivas de las tasas de interés y anuncios de Programas monetarios de la Fed, la falta de acuerdo entre Rusia y Arabia Saudita para un nuevo recorte en la producción diaria de crudo, los ajustes en las calificaciones crediticias para la Nota Soberana de México, Pemex, CFE, Bancos más grandes y algunas empresas AAA nacionales, entre otros, tuvieron incidencia en una salida de la tenencia de inversionistas extranjeros en los mercados de renta variables y mercado de deuda, dejando a un lado el diferencial de tasas de interés entre México y Estados Unidos.
Fueron muchas noticias en muy poco tiempo por un lado, y un evento “desconocido” sobre la profundidad y tiempo que llevaría esta pandemia del Covid-19, con el cierre de actividades en prácticamente todo el mundo de manera drástica entre febrero y principios de marzo, en el caso de China y algunos países de Asia, marzo, abril y mediados de mayo en Europa y al final de marzo, abril y mayo en América.
Entre el 6 de abril y hasta el 18 de mayo, el peso experimentó alta volatilidad dentro de un rango de $23.00 a $25.20 en el mercado interbancario, con acciones dinámicas de Banxico como activar la línea de swaps con la Fed, y quien además, anuncia otros Programas de financiamiento a empresas y el Gobierno de Trump, anuncia Programa de estímulos fiscales, un aumento importante en la producción diaria de crudo con una menor demanda y tira los precios del petróleo hasta terreno negativo el 20 de abril pasado. También Banxico redujo la tasa de interés en dos ocasiones con 50 puntos base en cada una de ellas. El Gobierno federal limita cualquier posibilidad de definir un Programa de estímulo fiscal y únicamente da apoyos marginales a micro negocios y adelanta pagos de programas sociales.
En las últimas semanas, sin una clara señal de una nueva entrada de flujos a los mercados en México de deuda y capitales, Banxico aprovecha operaciones de Subastas extraordinarias, permuta de valores que brinde mayor certeza y liquidez a inversionistas extranjeros para mantener su inversión en pesos. Las posiciones de futuros en Chicago, registra un marginal aumento en las posiciones largas a favor del peso, pero es muy limitado.
En esta etapa, el peso mexicano pasa de $24.00 hasta $21.50 para concluir en $21.90 el día de ayer ante la incredulidad de inversionistas en nuestra divisa, por el deterioro que tendrán indicadores fundamentales de la economía y el distanciamiento claro entre Gobierno y empresarios.
En los últimos días, también influyó en el desempeño de nuestra moneda, la debilidad del índice dólar DXY frente la canasta de divisas y monedas emergentes, lo que llevó de $22.30 hasta $21.50 el movimiento.
Hoy, consideramos que el índice dólar tiene ya poco potencial para seguir perdiendo terreno y en breve, deberá de empezar a recuperar gradualmente niveles, un euro, que lo vemos cerca de una resistencia, así como un peso mexicano y un real brasileño, como monedas emergentes, tratando de estabilizarse. Los indicadores fundamentales se estarán deteriorando conforme transcurra el año y la recuperación de la economía tardará tiempos en normalizarse nuevamente. La próxima semana habrá decisión de política monetaria de la Fed y veremos si aumentan aún más los estímulos monetarios.
@1ahuerta