Miles de españoles se unieron el domingo a los manifestantes que denuncian el racismo en todo el mundo, tras la ola de protestas desatada en Estados Unidos por la muerte de un hombre negro asfixiado por un policía blanco en Minneapolis.
Los manifestantes, miles según las estimaciones de la policía local, se reunieron a media jornada frente a la embajada de Estados Unidos en Madrid, para condenar la muerte de George Floyd, un afroamericano de 46 años, repitiendo sus últimas palabras “No puedo respirar”.
“No hay paz sin justicia” o “Los racistas son los terroristas”, coreaban los manifestantes, quienes, frente a un importante cordón policial, se arrodillaron durante un minuto de silencio en señal de protesta contra las violencias policiales contra los negros, un gesto iniciado por el jugador de fútbol americano Colin Kaepernick en 2016 en un estadio cuando sonaba el himno de Estados Unidos.
Para Leinisa Seemdo, una traductora de español de 26 años de Cabo Verde, “el racismo no conoce fronteras”.
“He vivido en China, Portugal, y ahora en España y en todos los países donde he vivido, he experimentado discriminación debido al color de mi piel”, afirmó.
La organización Comunidad Negra, Africana y Afrodescendiente en España (CNAAE) convocó manifestaciones en diez ciudades del país, desde Pamplona, en el norte, hasta el archipiélago canario en la costa de África.
En Barcelona, en el nordeste del país, cientos de manifestantes llenaron la plaza de Sant Jaume, donde se encuentra el gobierno regional. Enmascarados y manteniendo su distancia, levantaron carteles en inglés para denunciar el racismo en España y Europa.
Otras marchas están previstas durante la jornada en Copenhague, Bruselas, Glasgow y Londres, donde el sábado una manifestación pacífica de miles de personas terminó en enfrentamientos.
El sábado, también hubo grandes concentraciones contra el racismo en Francia, Alemania, Australia, Túnez y otros países
AR