Un nuevo estudio realizado por neurocientíficos de la Escuela de Medicina de Harvard identificaron un vínculo entre la privación del sueño y la muerte prematura.
El estudio publicado en la revista Cell, señala que los investigadores descubrieron que la muerte está procedida por la acumulación de moléculas conocidas como especies oxidativas reactivas (ROS) en el intestino.
Los investigadores realizaron una serie de experimentos con moscas de la fruta modificadas genéticamente monitoreando el sueño, utilizaron rayos infrarrojos para rastrear el movimiento de las moscas.
Después de diez días de privación de sueño inducida por la temperatura, las moscas de la fruta murieron a los 20 días, en comparación con las moscas que tenían un sueño normal, que vivieron aproximadamente 40 días en las mismas condiciones ambientales.
El equipo analizó a las moscas privadas del sueño, presentando una acumulación de moléculas oxidativas reactivas, que contienen oxígeno en grandes cantidades dañando el ADN. Estos animales tenían acumulación ROS en el intestino, siendo la fuente principal de la muerte.
Los resultados demuestran que la acumulación de esta molécula en el intestino juega un papel importante para causar la muerte prematura por falta de sueño.
Los investigadores esperan que su estudio ayude a desarrollar nuevos enfoques o terapias para compensar algunas consecuencias de la falta de sueño.
ica