Nadie puede dudar del talento del australiano Nick Kyrgios, pero el mismo no es consciente de lo que tiene, y aseguró que prefiere irse a emborrachar, en lugar de ganar un Grand Slam. Además, confesó que jugó borracho contra Rafael Nadal.
Kyrgios hizo un podcast con su amigo Elliot Loney, y ahí realizó varias confesiones que ya le dieron la vuelta al mundo.
“Mi objetivo no es ganar Grand Slam. Solo quiero jugar a mi manera, pasármelo bien y jugar”, enfatizó Kyrgios, que recientemente admitió que ganó a Rafael Nadal en los cuartos de final del Masters 1,000 de Cincinnati después de una gran resaca.
“No creo que mi cuerpo aguante siete partidos de un Grand Slam, potencialmente jugando tres o cuatro horas en cada partido. Si pudiera, e gustaría irme a tomar cervezas después de jugar. Sólo quiero relajarme, y creo que el deporte se toma demasiado en serio”, le dijo Nick a su amigo al mismo tiempo que le llovían críticas.
En el mismo tono de unas revelaciones que causaron conmoción, el ex campeón del Abierto Mexicano de Tenis aseguró que no es necesario contratar a un entrenador, pues cobran muy caro. “Contratar a un entrenador no tiene sentido, no quiero hacerles perder su tiempo tampoco. No les voy a hacer pasar una pesadilla”.
“Fue muy difícil lidiar con los entrenadores a los 14 o 15 años. Quería salir a la cancha como un niño gordo de Canberra que era bueno pegándole a la pelota, y jugar contra los mejores del mundo”, agregó Nick.
Durante su carrera ha tenido momentos de gran brillantez, y nadie pone en duda su capacidad, pero él mismo tiene otras prioridades, como el alcohol y la fiesta, en lugar de enfocar su talento para competir por ser uno de los mejores del tenis en todo el mundo.
LEG