Aunque la enseñanza de la teoría de la evolución ha avanzado en las escuelas secundarias públicas de Estados Unidos, persiste un 18 por ciento de maestros de biología en educación secundaria que continúan impartiendo en sus clases el creacionismo, la creencia religiosa de que el Universo y la vida se originaron a partir de la creación divina.
De acuerdo con una investigación publicada este martes por la publicación especializada Biomed Central (BMC), el número de maestros de biología que enseñan la teoría de la creación espontánea bajó entre 2007 y 2019 del 32 por ciento al 18 por ciento.
Durante este tiempo, señala el estudio, la enseñanza de la teoría de la evolución biológica por selección natural del naturalista británico Charles Dawin tuvo un incremento de 90 por ciento.
Una consecuencia teórica de la teoría de la evolución es que todos los seres vivientes de la Tierra comparten ancestros comunes, y que las similitudes de los humanos son superiores a sus diferencias.
Las prácticas de los maestros estadounidenses han avanzado gracias a la creciente difusión de políticas educativas promovidas por grupos científicos, señala el estudio de los autores de Eric Plutzer, Glenn Branch y Ann Reid, de la Universidad de Penn State.
Hace una década, una encuesta representativa realizada en Estados Unidos encontró que una de cada tres escuelas públicas de nivel secundaria se enseñaba la teoría de la generación espontánea en las clases de biología.
Cerca de 13 por ciento de los maestros enfatizaba la teoría creacionista como una alternativa válida a la biología evolutiva moderna.
El estudio concluye que los estándares científicos modernos, junto con mejoras en la capacitación de maestros, han contribuido a reducir la enseñanza creacionista, que llevaba a pensar a los estudiantes que se trataba de una teoría válida.