A poco menos de tres meses de que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) entregue a los diputados el paquete económico -Presupuesto de Egresos y Ley de Ingresos-, han comenzado los tirones y jalones.

La realidad que dejará la pandemia del coronavirus obligará al Gobierno a una reingeniería presupuestal, comprometida ahora por la elevación a rango constitucional de los programas sociales del Gobierno lopezobradorista.

Lo que ha quedado claro a la SHCP, encabezada por Arturo Herrera González es que no habrá dinero que alcance para satisfacer las necesidades de todas las dependencias.

Se espera una caída en la recaudación para este año, sumando a la incertidumbre de los precios del petróleo y el comportamiento del tipo de cambio.

Esos escenarios complican la elaboración de un presupuesto equilibrado, como demanda el propio López Obrador.

La pregunta es si, con el escenario de una pronunciada caída económica el Gobierno de la 4T decidirá aplicar una reforma -o miscelánea- fiscal para compensar la caída de los ingresos tributarios.

Los economistas “neoliberales’’ aseguran que dicha reforma es necesaria o de lo contrario ampliar el endeudamiento como porcentaje del PIB.

López Obrador se ha negado sistemáticamente al aumento de impuestos, a pesar de que incluso en las bancadas legislativas de su partido están convencidos de que sería una forma de compensar la caída de los ingresos.

Las decisiones que está tomando Herrera en este momento están supeditadas al comportamiento de la pandemia.
En el presupuesto para el 2021, la pregunta es qué sectores serán favorecidos y cuáles serán los que pasen a cuchillo.

¿Salud, educación, medio ambiente, justicia?

Si antes se decía que la cobija no alcanzaba para todos, después de la pandemia quizá no alcance ni para medio colchón.

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A pesar de que el estado de México, junto con la CDMX, son las dos entidades con más casos reportados de Covid-19, los médicos de la entidad se han jugado como los grandes.

Desde que se detectó el primer caso en la entidad, a la fecha, casi 10 mil personas han sido dadas de alta en los 25 hospitales estatales, convertidos en Covid-19 por orden del gobernador Alfredo del Mazo.

Y si en el principio de la pandemia se habían registrado protestas de médicos y enfermeras por la falta de equipo de protección, estas, a diferencia de otras entidades, han desaparecido.

Se ha logrado un abasto de insumos, material, equipo, que permiten al personal médico mayor seguridad en su trabajo.

Falta mucho para superar la pandemia, sobre todo en la zona oriente del estado de México, en donde sus habitantes no han atendido las recomendaciones de prevención.

Pero, hasta el momento, el sistema de salud mexiquense tiene el 20% de sus camas para Covid-19 disponibles.

Ojalá la gente entienda que es preferible el encierro que el entierro.

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Las empresas acreedoras de Altos Hornos de México se verán gravemente afectadas si el Juzgado Tercero de Distrito de Coahuila acepta el concurso mercantil para las filiales de AHMSA, Minera del Norte (Minosa) y Comercializadora de Carbón Corporativo Industrial Coahuila (Cicsa).

Alonso Ancira solicitó el concurso mercantil para poder reestructurar la deuda de AHMSA.

Sin embargo, si el juez acepta el concurso mercantil, la decisión afectará seriamente la economía de Coahuila, pues la cadena productiva generada alrededor de Altos Hornos durante treinta años desaparecería y con ella unos 21 mil empleos directos.

A ver.

LEG