También en materia de aparente abuso policial y racial, la historia parece repetirse en Estados Unidos, pues el fin de semana se registró otro asesinato de un hombre negro por parte de un agente blanco, ahora en la Costa Este.

El incidente comenzó con una llamada a la Policía de la ciudad de Atlanta, en el estado de Georgia, a las 22:33 horas del viernes por un hombre que dormía en un vehículo estacionado en el camino de entrada de un restaurante de la cadena Wendy’s, causando que otros clientes tuvieran que esquivarlo.

La Policía hizo a Rayshard Brooks, de 27 años, una prueba de sobriedad, la cual falló, según la Oficina de Investigación de Georgia. Luego él se resistió al arresto y luchó con dos agentes.

El video de vigilancia muestra a Brooks luchando con los policías y luego huyendo con lo que parece ser el taser (arma inmovilizadora) de un policía. En la persecución, un oficial le dispara.

La jefa de Policía de Atlanta renunció tras los hechos, que sumaron ira a las ya encendidas protestas en el país, y que continúan en ciudades de todo el mundo. Cientos de manifestantes bloquearon el sábado una carretera interestatal y prendieron fuego al local cerca del cual Brooks murió. Decenas de personas fueron arrestadas.

El nombre de la alcaldesa, Keisha Lance Bottoms, suena como posible candidata para acompañar al demócrata Joe Biden en la vicepresidencia.

 

CIFRAS

48 casos
de tiroteos con policías en 2020 ha investigado la Oficina de Investigación de Georgia

15 de ellos
con víctimas fatales, revelaron medios locales de Atlanta, Georgia, Costa Este de EU

 

El abogado reclama uso desproporcionado de la fuerza

El policía que le disparó a Rayshard Brooks fue despedido el sábado de la corporación e identificado por las autoridades locales como Garret Rolfe, al tiempo que el segundo oficial fue enviado a tareas administrativas, según la cadena ABC News.

Un abogado en representación de la familia del fallecido, Chris Stewart, denunció un uso desproporcionado de la fuerza: “En Georgia, el taser no es un arma letal. Los refuerzos llegaron dos minutos después. Lo hubiesen podido acorralar y atrapar. ¿Por qué tuvieron que matarlo? Había otras opciones que dispararle por la espalda”.
LEG