Una sentencia de la Corte Suprema, que protege a las personas homosexuales y trans de la discriminación en el trabajo, fue aclamada ayer por grupos LGBT+ como el momento más significativo de la lucha por la igualdad de derechos en Estados Unidos desde la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo.
En una votación 6 a 3, la Corte decidió que las personas gay y transgénero están protegidas por el Título VII de la Ley de Derechos Civiles de 1964, que prohíbe la discriminación laboral con base en sexo, raza, color, origen o religión.
“Ninguna persona trans, lesbiana o gay puede ser despedida o discriminada por ser gay o transgénero, esa es la ley ahora”, dijo Vandy Beth Glenn, quien fue despedida en 2007, cuando se declaró como mujer trans, “esta es una victoria para todos los estadounidenses”.
Más de la mitad de los ciudadanos de EU que son parte de la comunidad LGBT+ viven en estados en los que no hay protección explícita en el lugar de trabajo, según el grupo de expertos Movement Advancement Project, lo que significa que podrían ser despedidos o acosados por ser gay o trans y tendrán pocos recursos legales para defenderse.
“Realmente no hay palabras para describir cuán eufórico estoy” dijo Gerald Bostock, un hombre de Georgia que perdió su trabajo como coordinador de servicios de bienestar tras unirse a un equipo de softbol gay.
“Cuando fui despedido, hace siete años, estaba devastado”, relató, “hoy podemos ir a trabajar sin miedo de ser despedidos por quienes somos y a quienes amamos”.
El caso de Bostock fue uno de los tres a los que se refirió la Corte.
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